Tus mentiras en otoño (Baji X Oc)

Capítulo 16

Mina siente que sus piernas se van a romper. Además la herida que se hizo hace una horas ha empezado a sangrar otra vez, pero eso no evita que siga pedaleando con fuerza. Baji la llamo y le dijo que su hermano está en medio de una cirujia.

No sabe ni como esto sucedió, tiene miedo. Si Draken muere ella no tendrá a nadie más. Sus lágrimas empañan su visión y eso evita que vea bien. En cualquier momento se puede caer de la bicicleta y lastimarse, pero eso no le interesa.

Si su hermano muere Mina no cree poder continuar. Él es su vida entera y la única razón por la que ha tenido una vida digna. Está acostumbrada a que él sea quien la protega, la cuide y le dé amor.

Desde que era pequeña fue así. A pesar de que él es sólo un año lo que los diferencia, Draken siempre actuó como si fuera mucho más grande de lo que en realidad es. Festejo sus logros y la reprendió cuando se debía. Hoy no será el día en el que lo pierda por que sino su vida se destruirá. Nunca ha tenido nada y ahora no le pueden quitar lo poco que logró tener. Eso sería muy injusto.

Mina se baja de la bicicleta y entra corriendo a la sala de emergencia. Ve muchas caras conocidas y otras con las que no está familiarizada. Ella voltea a ver a Emma para preguntarle lo que pasó, pero se detiene cuando la ve llena de lágrimas en los brazos de Hina siendo consolado.

—¿Donde... —ella suelta un sollozo y continúa —Donde está Takemichi?

Un joven rubio y con ojos azules voltea a verla, asume al instante que es él el que buscaba. Así que se acerca al chico y lo toma de las manos. El desconocido la ve con sorpresa ya que no sabe quien es ella, pero al ver su estado no se aparta.

—Gracias. —las lágrimas le caen a montones y la voz la tiene rota, pero eso no evita que continúe —Sé lo que hiciste por mi hermano y te lo agradezco de todo corazón. Si no hubiese sido por ti, tal vez ni siquiera hubiese llegado al hospital. —Mina lo suelta y pasa sus manos por sus mejillas para secar la humedad de su rostro —Si él sobrevive estaré en deuda contigo de por vida.

Takemichi le está a punto de dar un abrazo por la melancólia que siente al ver a la hermana de Draken tan débil y llorosa. Pero antes de que lo haga Baji se acerca desde atrás y la jala para ser él quien la consuele.

—Todo va a salir bien. —susurra cerca a su oído.

A Mina no le calman las palabras por más que lo desee. Solo quiere a su hermano de vuelta.

Mina descansa en la cama de Draken. Está acostada, pero no puede cerrar los ojos. Su mente va de aquí para allá y a pesar de tener muchas preguntas ninguna tiene una repuesta en concreto.

—Mina ¿Por qué no estas durmiendo?

Ella hace un hora salió de su habitación para irse a la de el rubio. Le dijo que tuvo una pesadilla y él no tuvo problemas en acogerla, pero esa no es la verdadera razón por la que se fue a refugiar con su hermano.

—Dime que pasó. Desde que volviste de la escuela no has dejado de estar perdida. ¿No crees que eres muy joven para andar tan preocupada?

Mina suspira y abraza a Draken. Los sollozos que su hermana suelta hacen que su corazón se sienta roto. No sabe lo que le pasa y teme que este atravesando por problemas sola.

—Mina. Puedes contarme lo que quieras.

—Hoy es el día de las madres. —musita sobre el pecho de su hermano. —Hoy todos mis compañeros hicieron tarjetas para ellas y yo fui la única que no supo que escribir en la hoja. Ni siquiera tengo a quien extrañar por que no la recuerdo.

El rubio acaricia los cabellos de sus hermnana. Están acostados en la cama abrazados envueltos por la oscuridad. Muchas veces el joven también piensa en lo que sentirá tener amor de madre, pero eso no le aflige tanto como a Minami.

—No creo que te haga bien que te llamen Minami ¿Te parece si te empiezo a llamar Juliet?

Ella niega con la cabeza —Eso es lo único que tengo de ella, no me lo quites también.

—Bien. No lo haré.

—Lo lamento. —susurra Mina, pero a pesar de que lo dice bajo llena con esas palabras el silencio de la habitación.

—¿Por qué deberías pedirme perdón?

—Me contaron que ella pretendía irse contigo. Hasta que se embarazo de mí, por mi culpa... Tu.

—Silencio. —la voz de Ryuguyi se oye dura. Como la que usa cuando la regaña. —¿Desde cuando has pensado en eso?

Mina se queda en silencio. Espera no haberlo molestado.

—Tú eres mi hermana y mientras te veía crecer me prometí cada día cuidarte. No es culpa tuya, además mil veces prefiero que me deje aquí contigo a que me lleve con ella. ¿Oíste?

—Si.

—Te quiero Mina, siempre lo haré y no te dejare sola. Te lo prometo.

—Tengo miedo. —susurra sentada al costado de Baji.

Minami ya no tiene cutículas. Se las ha comido en todo el tiempo que ha estado esperando a que Draken salga de cirujia. Se siente desesperada al no saber que puede hacer para no perderlo.

—No quiero que me deje, es lo único que he tenido desde que era una niña. Si se muere yo...

—Ya basta. No pienses tanto, Draken no va a morir.

Ella no puede evitar pensar en todo el tiempo al lado de su hermano y se niega creer que se podrían convertir en recuerdos.

—Perdóname. —Baji la toma de la mano —Te prometí que no dejaría que le pase nada y no lo cumplí.

—No es tu culpa, así que no vuelvas a mencionar algo como esto.

Después de la breve conversa se quedan en silencio por casi una hora. Tal vez habrían continuado así de no ser por que la primera cirujana salió de la sala de operación.

Mina no es la única que se pone de pie para oír lo que tiene para decir. De este momento depende si seguirá viviendo, por que aunque le duele aceptar, en un mundo sin Draken no piensa seguir.

—La operación salió bien.

Ella salta a lo brazos se Baji lista para llorar a viva flor de piel. Por esas horas pensó en las miles posibilidades  de perder a Draken, pero ahora que continúa con ella no puede hacer otra cosa más que deshacerse en el pecho de su novio agradeciendo por la segunda oportunidad.