Capítulo 22

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—Baji acaba de salir de su casa.

—Entonces síguelo. —ordena Takemichi —Debemos de saber dónde se realizan las reuniones de Valhalla.

—Me siento como una acosadora.

—Tomalo cómo... Si fueses una espía y él un infiltrado.

—No creo que sea el momento de jugar.

—Solo quería que te relajaras. Perdón.

—Está bien. Ya me voy.

—Ten cuidado, Baji se está juntando con gente peligrosa así que no te arriesgues demasiado.

—Okey, adiós.

Luego de cortar la llamada con Takemichi, Mina corre detrás de su objetivo con cuidado y se esconde detrás de la pared más cercana. Debe de buscar la manera de llegar hacia él y está es la única forma.

Minami se pone la gorra, unos lentes oscuros y un cubrebocas. Ni siquiera sabe por qué aceptó esto, tal vez solo quiere estar aún cerca suyo aunque no sea precisamente de la manera correcta.

Recuerda vividamente las promesas que él hizo para ella y le duele tanto que haya decidido abandonarla cuando las cosas se pusieron difíciles. Se suponía que la amaba. A pesar de eso aún se siente con la responsabilidad de que no cometa más errores.

Las siguientes cuadras va a diez metros de él sin que Baji sospeche. Avanza a paso ligero y confiado hasta que se detiene en la siguiente esquina. Ahí es cuando Chifuyu aparece en escena y se acerca al pelinegro.

Mina no puede creer lo que ve. Por un momento asume que su amigo es cómplice de Baji y que están juntos en todo esto.

—Chifuyu está investigando dentro de la ToMan para luego llevarle a información a Keisuke que posteriormente se la da a Valhalla. —No da crédito a todo esto. Se siente culpable por dudar de Chifuyu, pero en estos momentos no puede creer en nadie. Sobretodo el rubio sería un excelente sospechoso ya que él es capaz de seguir a Baji con los ojos cerrados hasta la muerte.

Esta a punto de llamar a Takemichi otra vez para contar su descubrimiento cuando ve cómo desaparecen por un callejón. Ella guarda el teléfono y a paso veloz corre hasta allá. Lo último que ve es como la cabeza rubia de su amigo desaparece por la puerta de un local abandonado que tiene pintada en la fachada un ángel decapitado.

—Lo encontré.

Minami se esconde detrás de unas cajas que yacen al frente de la vereda. No puede irse sin informar acerca de esto. Pero cuando está a punto de marcar a Takemichi otra vez oye bullicio dentro del edificio. Su corazón detiene cuando escucha a una muchedumbre hacer resonar el nombre de el chico que hizo su corazón pedazos.

Al parecer esta peleando. La aflicción la consume al pensar que puede llegar a ser lastimado. La pelinegra sale de su escondite y una gran fuerza la lleva a pararse frente al edificio. Puede ser descubierta, pero poco le importa, solo necesita saber si Baji se encuentra bien.

Esta punto de empujar las puertas cuando recuerda las muchas veces que limpiaba sangre salpicada en los brazos y rostro de Baji. Antes solía recriminar sus acciones, pero no sabe con exactitud cuando limpiar sangre seca y curar sus nudillos rotos se hicieron costumbre.

Se aparta con pesadez y regresa a su escondite. En el pasado arriesgaba todo por él, pero ahora algo ha cambiado. Baji ha dejado claro que sólo es capaz de correr riesgos por un grupo limitado de gente y entre esas personas no se encuentra ella. No tiene por qué preocuparse más por él.

Ahora no puede evitarlo porque es una costumbre arraigada en ella, pero sabe que con el tiempo dejará de ser así. Espera escondida hasta que Baji salga y lo vea bien. Solo necesita verificar su bienestar, luego llamará a Takemichi.

Pasa media hora y aun nada sucede. El bullicio se acaba de apaciguar y ve como las puertas del local se abren. Envés de ver al pelinegro salir del lugar ve a Chifuyu desmayado y ensangrentado siendo cargado por otros dos jóvenes. Ellos lo llevan hasta una esquina y lo dejan recostado sobre cajas.

Las ojos de Mina se llenan de lágrimas y comienzan a caer como riachuelos mientras se intenta cubrir la boca para que no se oigan sus sollozos. Cuando ellos vuelven entrar al local y a cerrar la puerta ella sale a trópicones de su escondite.

Al llegar hasta donde está su amigo se arrodilla frente a él. El corazón se le parte en mil pedazos cuando ve que la situación es más seria de la que creía. Un poco más y hubiesen matado a Chifuyu. Ella toma en teléfono con sus manos entorpecidas por la abrumación y llama a urgencias.

No le cabe en la cabeza como es que Baji dejó que le hagan eso a su amigo. Se suponía que eran unidos y que lo quería. Ella trata de hacerse creer que algo le tuvo que pasar a Keisuke para que permitiera esto. Siente tanto rencor y ganas de matar a quien sea que le hizo esto a Chifuyu.

—¿Matsuno? —Mina pone sus manos al rededor del rostro de su amigo y limpia la sangre —Dime algo por favor. —Su voz rota hace que sus palabras se oigan como sollozos ruidosos. —¿Quien te hizo esto? — Luego rosa sus dedos por las manos del rubio y al sentir como son presionados un gran alivio la inunda. —¿Chifuyu me oyes?

—Si —Entre los gemidos inaudibles que suelta, ella siente sosiego. Al menos no está completamente inconsciente.

—Dime ¿Quién te hizo esto?

—Ba... Baji-san —Sus balbuceos son sosos pero sabe lo que acaba de oír.

—¿Fue Baji?

Chifuyu ya no reponde más, pero a comprendido todo. La única razón por la que volvió a preguntar es por que se niega a creerlo.

Su cuerpo se siente pesado y su cabeza no para de dar vueltas. El dolor ha dejado de ser emocional y a comenzado a ser físico. Sé aquivoco cuando dijo que Baji es incapaz de lastimarla más de lo que hizo cuando rompió con ella.

Si la persona que le brindó su amor y confianza durante todos estos años la ha traicionado, ahora cualquiera puede hacerlo. Su corazón se llena de ira y unas ganas intensas de ir a por Baji la dominan por completo.

Jamás imagino que algún día él sería capaz de provocar este sentir en ella. Su amor por Keisuke era más grande que cualquier cosa y ahora solo desea verlo sufrir, así como lo está haciendo Chifuyu.

El problema aquí no sólo es que la haya lastimando como nadie en su vida, sino que ahora ha herido a alguien que ama y eso le cuesta tanto perdonar. Quiere gritar y dejar ir el dolor, pero no puede apartarse de Chifuyu para ir a buscar a el chico que acaba de destruir el poco amor que quedaba dentro suyo por que no lo merece.

Tus mentiras en otoño (Baji X Oc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora