Capítulo 2: No puedes tener todo lo que quieres.

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No supe en qué momento me quedé dormida, pero de pronto ya tenía el sol en la ventana hirviendo la habitación. El calor me desesperaba en sobre manera, sentir el cabello pegado en la frente y las gotas resbalar a mi nuca eran cuestiones que me causaban repulsión. Salté de la cama deprisa y lo primero que vi fue a mi hermana separando los pares de sus calcetines tendida en el piso.

—¿tú has visto mi calcetín naranja? Estoy segura de habértelos visto hace una semana ¿dónde lo dejaste? —refunfuñó.

—¿Qué estás haciendo?

—¿como que qué? Lo que también deberías hacer. Estoy ayudando a mamá —contestó cantando.

Cuando contestaba de esa manera me daban ganas de azotarla contra la pared.

—¿Y mamá?

—Salió temprano, me dijo que volvía en la tarde. ¿Estás segura de que nos has visto ese calcetín, Juli?

—¿Y la comida?

—Hay sopa de letras en la estufa, seguro ya se enfrió, caliéntala —se encogió de hombros.

—Qué asco... ¿sopa? bueno, un día sin comer no pasa nada —farfullé.

—Juliette, por favor, cuando te quites las calcetas ponlas en el cesto, esto de buscar el par va a matarme.

—¡Porque ese no es nuestro trabajo, era de Mariah!

Salí de la habitación, miré la puerta de entrada, una puerta blanca y con una manija dorada, cómo deseaba que papá entrara nuevamente y sentir que la pesadilla acababa, pero no era así, estaba muerto y si madre no hacía nada, seguro que me mataría de hambre también. Bajé a la biblioteca, el lugar donde papá estudiaba hasta tarde, al menos ese sitio todavía guardaba su esencia, era el lugar más fresco de la casa pues los árboles tapaban la dirección de los rayos.

Tomé el primer libro que alcancé, era uno de cirugías en caballos. Me fascinaba leerlo, pero sobre todo observar los esquemas, eran tan realistas y desgarrantes que casi podía oler la sangre. Él no me permitía agarrar sus libros, decía que era muy pequeña para esta literatura, pero ya no está, así que no pasa nada.

CIRUGÍA DE ESTÓMAGO

¿qué se sentirá acariciar un estómago? ¿un hígado así de enorme? La incisión debe ser asombrosa, supongo que la piel es más gruesa que la del humano y debe aplicarse más fuerza. Siempre quise que él me llevara a ver sus cirugías, pero se negaba, me prometió que a los quince años me dejaría acompañarle.

Mentiroso

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Mentiroso.

Me devoraba las páginas con velocidad, quería leer el de leones, después el de animales marinos. El que más ansiaba hojear era uno de humanos, pero ese siempre procuraba llevárselo en sus viajes para evitar que lo husmeara. No entiendo por qué papá a veces traía libros de medicina humana si él principalmente atendía equinos ¿tendrán relación?.

Madame Bistró (✔️) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora