𝐿𝑖𝑓𝑒 𝑔𝑜𝑒𝑠 𝑜𝑛 ☕︎ 𝑵𝒂𝒏𝒂𝒎𝒊 𝑲𝒆𝒏𝒕𝒐 ☕︎

XV

—¿Cenaste algo ya? —Preguntó el hombre rubio dejando de palmear la cabellera azabache.

—No.. —Se escuchó bajito.

—Debería llevarte a comer algo y luego a casa, no estás en condiciones de trabajar.

Kaoru levantó su rostro y miro al contrario por un par de minutos, por instinto Nanami acabó haciendo lo mismo y mantuvieron la mirada durante un rato.

—¿De verdad quieres acompañarme? ¿Cómo se que no repetirás el patrón anterior? —Preguntó con desconfianza.

—Si quiero acompañarte y no, no lo haré. Soy un hombre serio no piense que juego con usted.

—Tienes cara de Don Juan. —Mencionó sonriendo un poco.

—Eso es juzgar un libro por su portada.

—Touché. —La azabache sacudió su pantalón mientras se ponía de pie— iré a lavarme el rostro, piensa bien lo que harás si te vas a arrepentir o estás indeciso desaparece antes de que regrese...

—Aquí estaré. —Respondió seguro él.

Manteniéndose como si no le importara por fuera, la mujer fue hasta el baño para lavar su rostro haciendo lo posible por desaparecer los restos de lágrimas de hace un momento.

Se veía fijamente en el espejo admirando su rostro que Lucía algo demacrado, había llorando bastante así que no era para menos. Con sus dedos jalo la bolsa rojita debajo de sus ojos que también estaban rojos.

"Torpe" se dijo a si misma mientras se miraba.

Sus corazón empezó a palpitar un poco más rápido al recordar los que le había dicho hace un momento al contador de la oficina de abajo.

¿Estará ahí?

Un suspiro pesado salió de su boca y para después encaminarse hasta el comedor para finalmente retirarse.

Se acercó hasta el balcón y el rubio ya no estaba ahí, se giró para buscarlo con la mirada por el lugar pero no estaba.

Estaba decepcionada, aún mantenía un poco de fé en qué no era un imbécil pero todo parecía indicar que...

—Acá estoy, solo estaba en el baño. —Dijo agitado el hombre saliendo apurado del baño con un trapo secando sus manos.

La chica no emitió ningún gesto, pero por dentro sonrió.

Se sintió algo aliviada.

—Camina, necesito comprar una nueva caja de cigarros. —Como si no le importara caminó hasta su oficina a buscar sus cosas y enviando a su acompañante por sus respectivas cosas también.

[...]

—Te llevaré a tu casa... —Avisó la mujer mientras salían del estacionamiento.

—¿No me dejara invitarla a cenar?

—¿Para qué o qué? —Le restó importancia ella haciéndose la desentendida.

—Para que no sé quede toda la noche sola, al menos quizás pueda relajarse en un ambiente distinto.

—¿Hablamos de dejar a Damas solas? Nanami-san

El hombre se llenó de frustración por un momento.

¿Por qué de pronto todo era tan difícil?

Pedir mucho las cosas no era lo suyo en absoluto, ni siquiera pedía cosas porque siempre estaba solo. Incluso si lo hubiera hecho en algún momento no se sentiría así de frustrado y con ganas de un "sí"

El no la quería dejar, pero después de hoy ¿Cuántas más interacciones podrían tener en el futuro?

Puede que no muchas por no decir ninguna.

Debía intentar incluso si no entendía exactamente por qué se comportaba de tal manera.

—Admito que fui muy desconsiderado e insensible en aquella ocasión. Pero así como usted tiene un par de problemas yo los tuve o tengo... Solo le pido un poco de paciencia también.

—Nadie le está obligando a hacer nada si simplemente no quiere estar no lo haga, ni si quiera para mantener las apariencias.

Nanami respiró hondo arrepintiendose por adelantado de lo que diría.

—Kaoru-San, le extrañé, también disfruto de su compañía de manera genuina y estoy ahora mismo tragandome mi orgullo y para admitirlo. Usted decide si quiere hablarme o no, de verdad respeto su decisión pero al menos quise intentarlo una vez. —Dijo de manera aparentemente calmada cuando por dentro se moría de vergüenza por tal declaración.

La mujer continuó conduciendo haciendo parecer que no había escuchado lo que recién dijo el rubio, dejándolo algo aturdido ya que el no  solía expresar sus sentimientos.

Pero no lo estaba ignorando, estaba procesando todo.

—Sabe... Yo soy una chica con traumas, eso no es secreto —Dijo soltando una risa para restarle importancia.— me cuesta confiar en solo palabras ¿Sabe? Sobre todo después de aquella mala experiencia, no puedo asegurar que sea un mal hombre quizás usted también tiene sus problemas y es entendible, no veo que interactúe mucho con otras personas por lo que me está diciendo hace que sienta que es verdad pero no me siento segura.

—Comprendo. Yo... Ah.. —El hombre estrujó si mano contra su rostro. — tómese su tiempo, no tiene que volver a ser amable conmigo solo porque se lo pedí, preferiría que recupere esa confianza conmigo poco a poco y yo.. haré mi mejor esfuerzo, algo que si debe saber es que cuando hablo lo digo en serio y justo ahora lo hago.

—No tienes que cambiar facetas de tu personalidad porque..

—¡Por todos los cielos! No son cambios de facetas, soy yo, soy yo mismo diciendo lo que quiero ahora mismo, entienda, por favor. Son escasas las veces que lo hago, que hago algo que realmente quiero...

La mujer dejo salir una leve sonrisa.

—Si te recomiendo ir al psicólogo ¿no te ofendes? No digo que tenga algún problema, pero nunca está demás una cita, le digo que es algo que alivia su alma y conciencia. Quizás también aprenda un par de cosas nuevas de usted mismo..

Nanami se le quedó mirando un momento, no venía ni al caso la recomendación.

Pero lo pensaría.

Lo pensaría muy seriamente.