XXIII

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—¿Entonces irás? El domingo será la inauguración. —Decia Gojo dándole un nuevo bocado a su filete.

—Ibamos a hacerlo el sábado pero coincide con la fecha de conmemoración de Haibara. Pensamos en que podíamos ir todos juntos, ya pasaron 10 años...

Nanami mantenía la vista fija en su vaso de jugo.

Habían pasado 10 años...

¿En qué momento había pasado tanto tiempo?

Aún recordaba el dolor y vacío que sentía como si ayer mismo le hubieran dado la noticia de que su amigo había muerto.

Jamás imaginaron que él joven alegre que vivía saltando de un lado a otro animando a los demás sería el más roto de todos.

Pero si bien se imaginaban que estaba mal, su suicidio los tomó por sorpresa un día cualquiera de clases.

El chico que sin duda alguna le había dado a Nanami la iniciativa de vivir pero que al mismo tiempo se la había llevado junto a el ese día.

Dejando al hombre vacío y desamparado.

Sin motivación y sin deseos de salir adelante.

Solo viviendo por vivir.

No le hacía honor a su amigo, el sabía que si estuviera vivo estaría muy enojado con el.

Pero no era su culpa, simplemente el no disfrutaba plenamente de abrir los ojos para ver un nuevo mañana.

—Bien ¿Tienen alguna hora para el sábado?

—Esperamos ir a eso de las 2:00 p.m y quedarnos un rato.

El rubio asintió.

La pareja se miró preocupada entre ellos, ese siempre había Sido un tema delicado para su amigo.

Tanto que nunca había hablado abiertamente de ello con el resto.

Si el chico solía ser una persona reservada al momento de crecer termino por ser extremadamente retraído sobre todo con respecto a sus emociones, tanto así que las únicas veces que le habían visto llorar había sido por su amigo fallecido.

—¿Que tal te fue en tu viaje? —Trató de cambiar la conversación Suguru ante la mirada que parecía vagar del oficinista.

Nanami le dió un sorbo a su bebida antes de hablar.

—Lo recomiendo, los ambientes son muy buenos y relajantes. La playa es asombrosa y tiene una hermosa vista de noche, la cantidad de estrellas que hay es impresionante y si conocen un poco de constelaciones la pasarán bien. —Explicó mientras la comisura de sus labios se elevaba gradualmente.

La pareja se miró entre ellos con una sonrisa.

Eran unos dramáticos y exageraban todo pero ellos podían jurar que entre esa expresión casi neutra el hombre sonaba emocionado.

De hecho lo afirmaban, según ellos habían aprendido a identificar todos los pequeños gestos del hombre para aprender a determinar su estado de ánimo.

Que casi siempre era "Arrancarle la yugular a Gojo con los dientes" o en otras palabras normal.

—Te invitaremos cuando vayamos, parece que te encantó mucho el sitio.

El menor los fulminó con la mirada. No tenía especialmente buenas experiencias con la pareja y los viajes, y eso que solo los había acompañado a dos de ellos.

—Aceptaré solo si tengo una habitación a parte. Me niego a compartir habitación con ustedes dos de nuevo, asquerosos de mierda.

—NANAMI SOLO FUE UNA VEZ, No seas pesado. —Reprochó el albino mientras tomaba de su jugo violentamente.

𝐿𝑖𝑓𝑒 𝑔𝑜𝑒𝑠 𝑜𝑛  ☕︎ 𝑵𝒂𝒏𝒂𝒎𝒊 𝑲𝒆𝒏𝒕𝒐 ☕︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora