Capítulo 15

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"No podría amarte más de lo que lo hago ahora, pero sé que lo haré mañana"

⊹˖ ࣪.

La niebla se había apoderado de las calles, borrando el horizonte como una capa de algodón. Nate conducía a alta velocidad, rodeado por las calles grises y las luminosas luces de las farolas llenando cada kilómetro. Se detuvo cuando se dio cuenta de que estaba conduciendo en un trance, sin rumbo ni dirección. La furia le había evaporado la energía de la adrenalina, dejándolo vacío y cansado en un segundo.

Gruñó acomodándose en el asiento, sentía como si una mano de hielo lo estuviera apretado con fuerza, se estaba enfriando, los golpes comenzaban a doler.

Se quedó quieto, mirando las gotas de lluvia resbalando por el parabrisas sin saber qué hacer. No deseaba volver a su casa, no quería ver la preocupación en el rostro de su madre, mientras señalaba su rostro y su cuerpo heridos. Tampoco quería escuchar a su padre hablando sobre cómo era inconsciente al pelear antes de los partidos. No tenia fuerza para nada de eso.

Todo lo que se repetía en su mente era que la situación no era tan mala en realidad, quizá era el empujón que necesitaba para terminar con la relación, pero se sentía traicionado y en cierta parte, furioso.

Suspiró profundo pasando sus dedos por su cabello mientras recargaba su cabeza en el respaldo de el asiento. Tomó su teléfono, abrió sus contactos y miró la pantalla, había una única persona que deseaba ver en ese momento.

⊹˖ ࣪. ︎࿐:・゚◌

Cuando la castaña abrió la puerta, su corazón se estrujó.

—Hola Addy.

La playera de Nate estaba salpicada de gotas de sangre, su cabello caía húmedo desordenado sobre sus hombros y frente, tenía la mandíbula tensa, labios rojos y ligeramente hinchados, pero una pequeña sonrisa cansada adornaba su rostro, como siempre. Incluso Adeline tuvo que golpearse mentalmente porque al recorrerlo con la mirada algo en su interior se removió, y no, no era el momento para llenarse de pensamientos impuros.

—P-pasa por favor.

—¿Tus padres no están?—Nate preguntó, caminando con dificultad hasta el grande sillón de piel en su sala. Ella negó.

—Un amigo de la familia tuvo un percance y ellos salieron de emergencia a Denaly, se fueron hace una hora—había dado demasiadas explicaciones en un segundo. Pero estaba nerviosa.

Su mirada estaba atenta y preocupada en él, como si fuera a romperse en cualquier momento.

—Es peligroso que estés sola en casa—la miró.

—Espera aquí, traeré algo para curar las heridas.

Adeline ignoró sus palabras y sin dar tiempo de protestar, se puso de pie encaminándose a la cocina, con Gato detrás de ella escoltándola hasta perderse en el pasillo. Nate suspiro profundo una vez más y el dolor en sus costillas fue asfixiante, arrugó el entrecejo recargándose en el respaldo de el sofá. Dolía mucho, casi demasiado.

Pronto la chica estuvo de regreso con una cajita en sus manos. Se sentó al lado de él y lo miró con miedo.

—Lamentó venir así Addy, sé que es tarde y...

—¿Qué es lo que ocurrió? ¿Tuviste una pelea?—Preguntó. Él asintió con la cabeza baja.

—Stephanie me engañó.

No sabía que podría decir al respecto, así que guardo silencio por un momento, sin embargo algo dentro de ella se había enfurecido de pronto.

Tomó la caja que tenía entre sus manos y sacó de ella alcohol y un pedazo de algodón, lo remojo acercándose un poco más a Nate con timidez.

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