SOMNIA

Capitulo 29

"Finalmente sé por qué mi corazón late más rápido cuando no estás cerca. Supongo que espera que lo escuches, porque ya sabes; está latiendo para ti."

⊹˖ ࣪.

El viento soplaba con furia, haciendo que las ramas de los árboles se retorcieran y bailaran en una danza desenfrenada. El cielo amenazaba con soltar un poco más de lluvia, y el sonido de las gotas golpeando suavemente la superficie de la piscina se mezclaba con el murmullo de la conversación. A pesar de que algunas farolas iluminaban débilmente el lugar, era la luna la que brillaba de manera prominente y hermosa esa noche, creando sombras alargadas y misteriosas en el patio de Nate.

Adeline le había entregado su pizza para ganar un poco más de tiempo antes de hablar con él, y su estrategia había funcionado, pero la ansiedad le estaba destrozando el cuerpo mientras lo admiraba comer.

No podía evitar mirarlo y sentir un nudo en el estómago, cada pequeño detalle sobre él era ridículamente perfecto; desde los rizos cayendo por sus hombros, hasta sus mejillas rosadas y los hoyuelos siempre pronunciados. Parecía irreal, jamás dejaría de creer eso.

En ocasiones deseaba poder sentirse diferente, que él no tuviera ese efecto abrumador en ella, ese que le quitaba el aire y la hacía caer de rodillas, por que amarlo de ese modo solo le hacía más difícil enfrentar la realidad.

¿Cómo reaccionaría al decirle todo? Estaba segura de que se sentiría decepcionado, posiblemente asqueado. Quizás no querría volver a verla, seamos sinceros ¿Quién querría tener a alguien como ella cerca?

—Addy...—la castaña alzó la mirada al escucharlo.

—¿Si?

—Esto es maravilloso, es la mejor pizza que he probado—admitió sonriendo. Adeline le devolvió el gesto y asintió—¿Estás segura que no quieres comer conmigo? No creo poder acabarla toda yo solo.

—No tienes que terminarla toda hoy, puedes guardar para mañana quizá—sonrío y Nate asintió estando de acuerdo.

—Claro—le devolvió la sonrisa—Por cierto, no he olvidado que tenemos una conversación pendiente—dijo apartando la caja con la pizza sobrante.

La castaña asintió con el corazón desbocado, de pronto respirar con normalidad le fue difícil.

—Lo sé.

—Primero dime que te pasó ¿Quien te hizo esto?—arrugo el entrecejo pasando su mano ligeramente por el mentón de Adeline, acariciando con cuidado—Sé que esto no fue por una caída.

Adeline suspiró profundo vaciando y llenando sus pulmones de aire.

—No lo fue...—admitió.

La suave mano de Nate en su mejilla solamente le brindaba una calidez y un confort que la dejarían en hielo cuando se apartara.

—Addy, puedes confiar en mi—estiró su mano tomando la suya.

—Confió en ti—aseguró de inmediato—Es sólo qué... no quiero que te decepciones de mi—agacho la mirada. Le aterraba en verdad.

—No creo que algo así pueda pasar—aseguró.

Le tomó unos segundos tomar valor mientras miraba su mano envuelta en la de Nate.

—Son muchas cosas sobre mí que no te he dicho.

—Te escuchó.

—Bueno, mentí sobre la razón de mudarme, no fue por qué mis padres quisieran algo nuevo, en realidad tuve que irme, yo no podía vivir más en Denaly...