El motivo de Sasha ✓

Capítulo 5

Capítulo 5. equivocaciones

Jeremiah Greythorne

12 de diciembre 2019

Cuando conocí a Sasha fue un desastre.

La pequeña abogada Belova apenas empezaba, era impulsiva y no sabía controlar sus emociones ante ciertos casos que llegaban al bufete, soy consciente de su evolución allí, no le costó demasiado porque suele aprender rápido. Evalúa sus opciones, las emociones de las personas a su alrededor, se adapta a ciertos moldes y rompe otros mientras ella se sienta cómoda y mientras pueda hacer su trabajo.

Por otro lado, fuera de las oficinas jamás pensarías que es la misma mujer que destroza personas en los juzgados, incluso podrías decir que tiene algún puesto como repostera o maestra tal vez, si te dejas guiar por el aura dulce que parece desprender. Esa es su actitud fuera de allí. Sin embargo, a pesar de que ahora suele ser algo dura mientras está en su papel de buena abogada también fui testigo de las veces en que se rompió en los primeros casos, incluso lloró con un par de personas lo que claramente no está bien. Finalmente, luego de un tiempo aprendió a controlar sus emociones allí.

Sasha Belova es el tipo de persona que no acepta una respuesta negativa, aunque le des una de ese tipo ella hará lo posible por conseguir una diferente.

Justo eso fue lo que sucedió cuando entré a trabajar al bufete, Sasha en ese entonces apenas comenzaba, por lo que sé no tenía ni siquiera un año trabajando. Cuando llegué estaba algo enojado con la idea de trabajar allí, no me malinterpretes, me gusta mi profesión, sin embargo, había perdido una gran oportunidad en un bufete que no perteneciera a mi familia.

Porque si, F&G abogados fue alguna vez de mi padre, ahora es solo un socio mayoritario y Sebastián se ha hecho cargo de manejarlo por mi falta de voluntad a ello.

Escuché a Sasha decir un par de veces que no soportaba mi humor trágico, pero ella realmente no podía esperar que yo estuviera extenuantemente feliz cuando había perdido la oportunidad de mi vida—literalmente—, dijo que aunque fuéramos un lugar cargado de seriedad y nuestra fama en la profesión no fuera precisamente buena no había necesidad de hacer el bufete aún más trágico para todos, así que su misión fue "conquistarme" hasta que no tuve más remedio que rendirme y darle las sonrisas que quería ver.

Cambiar los fondos de pantalla de mi ordenador, dibujar caricaturas en el vidrio que dividía nuestras oficinas con resaltadores, escribir chistes malos en post-it que dejaba en mi escritorio cuando no estaba ahí, traerme café cuando iba por el suyo y un sinnúmero de acciones más a las que no les di importancia hasta que dejó de hacerlo.

—¿Siempre parece tan emocionada? —Miro a mamá que se sienta a mi lado mientras observamos a Sasha decorar el árbol con las gemelas, tienen alrededor de dos horas allí y han puesto la decoración al menos tres veces porque a ninguna le gusta al final; dicen que la tercera siempre es la vencida ¿no? Para ellas no lo es, de igual forma me parece que las gemelas lo están haciendo a propósito, pero Sasha no tiene problemas en perder su tiempo con ellas.

No había conocido a alguien que se entusiasmara más que las gemelas por decorar y encender un árbol de navidad, bueno Sasha está aquí para cambiar eso.

—Creo que si—musito, siento su mirada inquisitiva sobre mí, mamá ha estado algo curiosa sobre esto. Sé que para ella es extraño que yo diga que tengo novia y que tengo tanto tiempo de relación sin haberle contado nada a ella o papá, pero tampoco es algo que pueda explicar. Le conté a mamá alguna vez sobre Sasha, tal vez no lo recuerda ahora, pero en algún momento se lo mencionaré.