El motivo de Sasha ✓

Capítulo 16

Capítulo 16. Feliz navidad +18

Sasha Belova

24 de diciembre 2019

No me gusta hablar de lo sucedido con mi padre.

Si lo pienso la culpa regresa, si regresa me siento demasiado agotada y triste, lo suficiente como para querer quedarme acostada al menos cinco días, así que para evitar aquello necesito distraerme.

Esto es una distracción.

O bueno, no, sobre todo porque específicamente desde la primera vez que Jeremiah y yo compartimos un beso he estado anhelando esto, desde que su boca estuvo entre mis piernas al igual que sus dedos, si hay buenos dotes allí ¿por qué iba a desaprovechar la oportunidad de conocerlos todos?

Jeremiah me observa desde su altura mientras me mantengo sentada al borde de la cama, tiro suavemente del borde inferior de su abrigo y él responde a eso retirándolo por sobre su cabeza, relamo mis labios extendiendo una mano hasta rastrear las líneas de su abdomen, el ligero vello oscuro que traza un camino desde su ombligo hasta el borde de su pantalón es tentador, alzo la vista para encontrar su mirada evaluándome.

Cuando se acerca rápidamente, abro las piernas dándole espacio y él se detiene entre ellas, inclinando su cabeza lo suficiente para que su nariz roce la mía, una de sus manos va a la parte baja de mi cabeza hundiendo sus dedos en mi cabello y alzando mi rostro hasta que sus labios alcanzan los míos.

Su mirada gélida se clava en la mía, suave y brillante, también oscurecida por la lujuria, su boca se hunde en la mía y mis piernas tiemblan a pesar de estar sentada, su lengua deslizándose contra mi boca, acariciándome, explorándome me quita el aliento y pronto tengo que alejarme para respirar.

—¿Aquí? —No entiendo su pregunta, demasiado aturdida por los vestigios del beso.

—¿Qué?

—¿Quieres que lo haga aquí? ¿en la cama? —Sonrío

—¿Hacer qué? —Relame sus labios antes de hundir su boca en la mía nuevamente y yo jadeo.

—Tocarte—Vuelve a besarme—. Probarte—otro beso—. Follarte—otro beso—. Hacerte venir—Aprieto los muslos ante la tensión que se desliza en ellos y asiento desesperadamente.

—Aquí, en la cama, donde quieras—susurro todavía asintiendo

—¿Qué pasa con...?

—No vamos a dormir, Greythorne, dormir es lo que menos vamos a hacer—Creo que él ríe antes de atrapar mi boca en la suya otra vez, se aleja y yo protesto cuando se endereza en toda su altura, me incita a ponerme de pies y obedezco, me da la vuelta hasta que su pecho presiona mi espalda y sus manos se detienen en mis caderas antes de escabullirse bajo mi abrigo, sus dedos fríos tocando mi piel envían un estremecimiento por mi espalda y cuando se acerca más puedo sentir su erección presionando contra mi trasero, aprieto mis muslos arqueando la espalda.

Sus dedos acarician la piel de mi cintura, delinea la curva, luego pasea sus nudillos por mi estómago y el cosquilleo que se extiende por mi piel es tan agradable que suelto un suspiro cerrando los párpados y echando la cabeza hacia atrás hasta recargarla en su hombro

—Jeremiah...—Jadeo, un pequeño beso cae sobre la comisura de mis labios y doy un respingo llevando mis manos hacia atrás hasta hundir mis dedos en su cabello

—¿Así que has estado deseando esto? —Relamo mis labios asintiendo erráticamente.

—Mucho—susurro, su rostro se hunde en mi cuello, un beso húmedo cae sobre el lugar donde mi pulso late cada vez más rápido.