El motivo de Sasha ✓

Capítulo 23

Capítulo 23. Diversión

Sasha Belova 

5 de enero 2020

Lavo mis manos como por decima vez esta noche.

Thais me observa arqueando una de sus cejas antes de reír abrazando a Bleu contra su pecho. Tomo el plato redondo grande del horno observando la manera en la que el queso en nuestra pizza se ha derretido, muerdo mi labio inferior aspirando el vapor que trae el aroma del queso, pepperoni y vegetales.

—Decorando no somos buenas, pero definitivamente eso debe tener un sabor diferente—Me rio, escucho a Mayka tropezar con algo en mi habitación y luego aparece trayendo una botella de vino blanco que obviamente no encontró aquí, seguramente lo trajo en su mochila.

—¿De dónde sacaste eso?

—Lo traje, Sas es demasiado santurrona como para tener esto guardado en su habitación—resoplo trazando los cortes en la pizza antes de encaminarme a la sala llevando el plato, Thais trae un par de servilletas y Mayka trae tres copas antes de instalarnos en mi juego de sofá.

Hace algo de frio a pesar de la calidez del interior de mi departamento, miro a Thais que acaricia la pequeña cabeza de mi mascota con una mano al tiempo que se inclina hasta alcanzar un trozo de la pizza un tanto desastrosa que preparamos.

—Entonces, como no puedo estar con mi novio...—Comienza Mayka y casi ruedo mis ojos.

—¿Escuchas eso, Thais? Somos su segunda opción—La castaña mira a mi amiga entrecerrando los ojos mientras muerde su trozo de pizza, me inclino hacia la mesa para tomar uno también.

—Ni mi ex me hizo sentir tan reemplazada—Le da un trozo de pepperoni a Bleu y yo le arrojo un cojín, ella se encoge de hombros.

—No quiero saber con qué cosas alimentaste a mi mascota mientras no estuve—La acuso, ella tuerce los labios y luego muerde el inferior, sin embargo, no alcanzar a ahogar la sonrisa divertida.

—Al menos lo llevé al veterinario, nada le hizo daño—replica y entreabro los labios indignada antes de morder mi pizza, luego miro el vino blanco que Mayka ha servido en nuestras copas.

—Te voy a considerar no apta para su cuidado.

—Bleu ya me considera su mamá.

—¿Esto es una referencia para decir que te sientes como una coneja follando por todos lados? —interviene Mayka a lo que Thais abre mucho los ojos y luego sacude la cabeza, ahogo una risa entre dientes, termino mi trozo de pizza y hago lo mismo con el vino de un solo trago a mi copa.

No soy fanática del alcohol, sin embargo, cuando es necesario simplemente lo es.

Me distraigo cuando Mayka comienza a hablar de su novio. Ella está algo obsesionada con él, me preocupa, pero no voy a prohibirle nada, creo que probablemente me sentiría igual si conquistara a mi crush de al menos tres años como lo hizo ella. Thais por su parte la escucha silenciosamente acariciando a Bleu ahora sobre su regazo, me siento algo traicionada por mi mascota, pero son consecuencias de haberlo dejado casi un mes completo. Tomo otro trozo de pizza y miro mi celular, no sé qué se supone que estoy esperando, o tal vez si...

—Me dijo Daniel que alguien durmió aquí—Alzo las cejas mirando a mi amiga curiosamente, ella me observa expectante.

—¿Y cómo por qué Daniel te está contando lo que sucede en mi departamento? —Ella se encoge de hombros y yo entrecierro los ojos, mi ceño se frunce.