Capítulo 22

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Capítulo 22. Calendarios +18

Sasha Belova 

31 de diciembre 2019

Falta poco para media noche.

Una media hora tal vez, no estoy segura, pero no puede ser demasiado tiempo desde ahora, la cosa es que no puedo creer que él esté aquí justo ahora.

Relamo mis labios observando a Jeremiah, arquea una de sus cejas con la espalda recargada contra la pared del ascensor, me observa de vuelta con su seriedad habitual, si bien se había visto muy diferente en Keaton city se lo atribuía al hecho de estar con familia. No es un secreto para mí que la suavidad con la que Jeremiah trata a su madre, a sus hermanas o incluso a Layla no es habitual en él, nunca lo había visto actuar de esa manera, ellas son importantes para él.

—Greythorne...

—Belova—Se endereza en toda su altura.

—¿Qué haces aquí? —Da un paso fuera del ascensor y casi retrocedo, pero no lo hago por lo que ahora está lo suficientemente cerca como para que tenga que alzar la cabeza para verlo y casi quiero extender mis manos hacia él.

—Vine a ver como estabas

—¿Y tu familia? Pensé que pasarías año nuevo con ellos—Las puertas del ascensor se cierran y él se encoge de hombros—. Te dije que no sería la responsable de que no pasaras tiempo con ellos—frunzo el ceño mientras lo miro, se encoge de hombros despreocupadamente.

—Y no lo eres, yo solo decidí venir antes, déjalo estar, Belova—Extiende una mano hasta que sus dedos rozan mi nariz y luego mi mejilla—. ¿Cómo estás?

—Yo...

—Sasha ¿A dónde fuiste? —Suspiro escuchando a mamá hablar, o gritar, en la videollamada que dejé abierta.

—Dame un minuto—Le digo a Jeremiah antes de encaminarme a la cocina donde dejé el iPad, esta vez alcanzo a ver a mi hermano detrás de su esposa, aprieto mis labios evitando el suspiro nostálgico que quiero abandonar mis labios—. Tengo que colgar, los llamo más tarde.

—¿Y eso? ¿Por qué?

—Estoy ocupada aquí, los llamo luego—Cuelgo antes de que mamá pueda replicar y cuando giro sobre mis talones encuentro a Jeremiah ligeramente inclinado sobre la barra observando a Bleu lo suficientemente cerca como para que mi mascota lo observe con la misma curiosidad, luego mueve las orejas antes de alejarse de él, lo bajo de la barra para que pueda husmear bajo los muebles nuevamente.

—Entonces ¿viniste a verme?

—Y por el beso de año nuevo que prometiste—Relamo mis labios llevando una mano a mi cabello con inquietud.

Admito que los últimos tres días han sido extraños, adaptarme a estar sola luego de estas semanas rodeada de su familia, durmiendo con él en la misma habitación y todo lo demás ha sido ligeramente difícil, de todas formas, no es como que la paso bien en días como estos.

—Todavía no es año nuevo—reviro—. ¿Quieres...? —No lo dejo responder, arrastro el plato con lasaña hacia él antes de buscar otro tenedor, se lo entrego y él arquea una de sus cejas.

Me ha enviado varios mensajes desde que llegué, pregunta cómo estoy en las mañanas y luego hace lo mismo en las noches, pero en estos agrega cualquier mínima cosa que me hace replantearme todo lo sucedido.

—Creo que me debes una explicación—musita tomando un trozo de lasaña y llevándolo a su boca, me acerco al refrigerador tomando las uvas, manzanas y algunos dulces para dejarlos en un plato grande sobre la barra entre nosotros.

El motivo de Sasha ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora