Capítulo 18

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Capítulo 18. Frio miedo

Sasha Belova 


27 de diciembre 2019

Mi desayuno es más interesante que las anécdotas de Melody.

Bueno eso no es verdad porque es descortés de mi parte no prestarle atención, pero estoy algo distraída ahora. Miro atentamente los panqueques en mi plato mientras aprieto mi tenedor entre mis dedos, he estado algo irritada nuevamente, anoche no dormí muy bien, pero tampoco mal, digamos que dormir con Jeremiah no es malo.

El problema es que no cabemos ambos en el sofá y él se ha quedado a dormir conmigo allí.

Muerdo un trozo de mi panqueque encontrando una chispa de chocolate en él, Ashley no parece hacer nada sin chocolate, razón por la que hemos congeniado desde que hizo el pastel de almendras, luego bebo un poco de café alzando vista cuando escucho mi nombre ser mencionado o tal vez me han llamado.

Encuentro los grandes ojos azules de la señora Greythorne observándome con atención.

—Supe que estuviste en el orfanato ayer—Frunzo el ceño ante sus palabras, una sonrisa cálida curva sus labios y le sonrío en respuesta, sin embargo, me remuevo incomoda en mi asiento cuando muchos pares de ojos caen sobre mí.

—Si, fue agradable pasar tiempo con ellos—musito volviendo la vista a mi plato.

—Y les llevaste regalos—Aprieto mis labios ante lo asombrada que parece por esto, me encojo de hombros.

—Es navidad—musito, esperando que esto zanje el tema, no me gusta la manera en que para ella esto parece un acto heroico.

—Si, pero eso es mucho dinero por gastar en niños que apenas conoces—interrumpe Melody, muerdo mi lengua para evitar un comentario desagradable, sacudo la cabeza.

—Mi tarjeta de crédito no tiene problemas en hacer un gasto como ese si eso es lo que te preocupa—Me encojo de hombros nuevamente antes de que un breve silencio llene la cocina, luego Ashley está relatando sus aventuras en la nieve con Aaron y su familia, está mas que extasiada de haber pasado estos días con él.

Lo siguiente que sé es que no estoy escuchando a nadie, me sorprende descubrir que —a diferencia de los primeros días—no estoy luchando por agradarles, el tiempo aquí se está acabando y no tengo ganas de tratar de convencerlos de que hay algo entre Jeremiah y yo, sin embargo, intento no ser hostil. El problema es que no puedo ser demasiado agradable sabiendo que estoy en una mesa donde no le agrado a algunos.

No tengo quejas sobre la señora Greythorne, tampoco sobre su esposo, el hijo mayor apenas habla y nunca ha sido desagradable, solo que siempre parece retraído, similar a Jeremiah, pero cuando su esposa habla parece prestarle toda la atención; su mundo parece girar alrededor de ella y eso me parece tan fascinante como inquietante.

La idea del amor de esa manera siempre me ha asustado, siempre he creído que eso no es para mí porque si bien lo considero tan ardiente como emocionante sentir tanto de una manera en la que apenas sabes manejarlo, también me parece ligeramente trágico cuando apenas piensas en ti y demasiado en la otra persona.

Por su parte, Constantine está perdidamente enamorado de Layla y ella, si bien parece estar igual por él, no le da demasiada atención porque está buscando tener la de los demás en la casa, lo cual contradice lo que dijo el primer día.

Están ella, Melody y Astrid enviándome miradas que no correspondo de ninguna manera, pero reconozco sus molestias en mi contra, no es que me importe, sin embargo.

El motivo de Sasha ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora