Más que un monstruo [1]

Capitulo 24

"Miles de dudas"

Adira.

El maquillaje reluce en mi rostro, resalta mis pecas y mis ojos. Me observo en el espejo detenidamente, no puedo parar de preguntarme "¿Si tuviera los ojos de mi madre sería menos parecida a Sebastián?"

Respiro hondo y quito las ideas de mi cabeza, siempre que me miro al espejo me pasa lo mismo, hay veces que no dejo de pensar en que soy como una copia de él.

Tomo mi bolso, guardo mi teléfono en él, no sin antes enviarle un mensaje a Luke.

Ya estoy yendo al bar,
te llamo cuando vuelva
a casa.

Besos.

Los chicos se alegraron cuando les dije lo de ir al bar de Luke. Peter y John se sorprendieron cuando les dije que era el dueño del lugar.

Luego de un rato, llegó a destino y me adentro en el lugar, los chicos me avisaron que habían llegado hace poco.

Desde la entrada puedo verlos en la barra pidiendo tragos.

Parece que el más contento es Nathaniel, no puedo evitar sonreír al recordar que la primera vez que lo conocí, también fue en este lugar.

Cloe me ve y me hace un gesto con la mano para qué me acerqué.

- Hola guapa.- me besa la mejilla.

- Veo que ya empezaron a pedir tragos.

- Pues claro, además tenemos barra libre.- dice Nathaniel.

- Aún no puedo creer que este lugar sea del Comandante y peor aún, no puedo creer que todo sea gratis.- comenta John.

- ¿Segura que todo es gratis? Porque de verdad que no traje ni un poco de dinero.- me río ante el comentario de Peter.

- Tranquilos, todo es gratis. Es el precio de ser amigos del Comandante.

- Mucha charla y poco alcohol.- Nathaniel nos entrega shots de vodka a cada uno.- ¡Shoooottt!

Reímos mientras nos tomamos un shot cada uno, piden distintos tragos y los vamos probando.

- ¡Vamos a la pista!- Cloe es la primera en tomar del brazo a Jay y llevárselo.

Todos nos dirigimos a una de las pistas. 

- ¿El Comandante no viene?- pregunta Nathaniel, algo sorprendido. 

- No. 

- Oh, creí que estaría con nosotros. Entonces es aún más amable al dejarnos todo gratis, considerando que él no viene.- me lanza una mirada de curiosidad.- Por cierto, ¿cómo lo lograste? 

- ¿Lograr qué? 

- Que nos dejara entrar gratis. A mí siempre me manda a volar cuando le insinuo algo parecido. 

- Lo conozco hace más tiempo que tú.- alardeo con una sonrisa.- Obvio que a mí me diría que sí. 

- A veces olvido que eres una presumida.- comenta, riendo, mientras seguimos caminando hacia la pista. 

La noche avanza entre tragos y música. Nathaniel ya ha pasado a ese estado de hiperactividad que siempre llega cuando bebe de más, aunque he perdido la cuenta de cuántos tragos ha tomado. 

Estoy bailando con Cloe cuando algo llama mi atención. Miro hacia un lado, pero las luces y el alcohol me hacen dudar de lo que veo. Parpadeo un par de veces para asegurarme.