Capítulo 45

170 29 0
                                    

"Destrucción."

Adira.

Corrí, claro que corrí. Las balas caían como una lluvia de muerte a mi alrededor mientras me lanzaba detrás de la mesa repleta de pasteles y postres.

El suelo estaba cubierto de vidrio roto, madera astillada, y un caos de objetos destruidos. Podía oír a Jonathan ordenando que me capturaran.

- La quiero viva.- dijo con una frialdad que me heló la sangre.

Agarré mi arma con firmeza, preparada para enfrentarme a cualquiera que se acercara. Disparé varias veces, eliminando a algunos de sus hombres, pero no vi al que venía desde el otro lado de la mesa. Me tomó por sorpresa, abalanzándose sobre mí con una fuerza brutal.

Mi arma voló de mis manos mientras intentaba defenderme. Le di un codazo que lo dejó en el suelo por unos segundos, pero él aprovechó para agarrarme del cabello. Rodamos por el suelo, envueltos en una lucha frenética, mientras a nuestro alrededor el combate seguía en toda su intensidad.

Él llevaba una ametralladora, que había perdido en la lucha, y ambos nos peleábamos por alcanzarla. Me golpeó varias veces, pero no logró derrotarme. Usé mi rodilla para golpearlo con fuerza en su entrepierna, ganando unos valiosos segundos. Me coloqué sobre él y le golpeé el rostro con todas mis fuerzas.

Se defendió con un golpe en el estómago, lanzándome lejos. Mientras intentaba reponerme, él se abalanzó sobre mí, sujetándome del cuello. Pensé que me estrangularía, pero en lugar de eso, me estampó contra el suelo con una violencia aterradora.

- Tienes suerte de que él te quiera viva.- espetó, golpeándome contra el piso una vez más.

Durante la pelea, busqué desesperadamente algo que pudiera usar. Entonces lo sentí, un trozo de vidrio justo debajo de mi mano.

- ¡La tengo!- gritó, anunciando su victoria.

Antes de que pudiera reaccionar, le clavé el vidrio en el cuello, una, dos, tres veces. La sangre salpicó mi rostro, mi cuello, empapando mis manos y mi ropa. Empujé su cuerpo sin vida lejos de mí y tomé la ametralladora, así como mi arma caída.

- ¿La tienes?- alguien preguntó desde cerca.- ¡Tráela!

Me escondí bajo la mesa, cubierta por el mantel. Sentí a alguien acercarse y disparé dos veces, acertando en sus piernas. El impacto hizo que el hombre se agarrara de la mesa, tumbándola junto con las copas, bandejas y el pastel.

- ¡Hija de puta!- gritó mientras me apuntaba con su arma.

No le di tiempo de disparar; mi ametralladora soltó un tiro directo a su cabeza. Me puse de pie rápidamente, con la ametralladora en alto, apuntando hacia donde estaban mis atacantes.

- ¡Era mi pastel favorito!- grité mientras una ráfaga de balas caía sobre ellos.

Luke comenzó a disparar, abatiendo a varios, mientras otros soldados hacían lo mismo. El número de enemigos se reducía rápidamente. Los que intentaban alcanzarme caían por mis disparos o los de mis compañeros. Cuando mi ametralladora se quedó sin balas, usé mi arma y mis puños para defenderme.

Una bala me obligó a caer al suelo, donde encontré un trozo afilado de madera. Sin pensarlo, lo arrojé como una lanza, impactando en el pecho de un hombre que peleaba con Jennifer.

- ¡Adira!- la voz de Torres me alcanzó desde pocos metros.

Me lanzó un arma que agarré con rapidez. En ese momento, Luke y Jayson aparecieron en mi campo de visión, posicionándose a mis espaldas. Juntos, comenzamos a eliminar a todo aquel que se nos atravesaba.

Más que un monstruo [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora