Capítulo 29

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"Plan en marcha"

Adira.

5to día en el prostíbulo.

He sido muy cautelosa en estos días en los que soy vigilada casi todo el tiempo. En este momento, estoy en la parte destinada al espectáculo para los clientes, ordenando a las mujeres que limpien y cambien varias cosas del lugar.

Estoy dando instrucciones de que muevan una mesa que obstruye gran parte del espacio cuando escucho lo que parece ser una bofetada.

Me volteo y visualizo la escena: una mujer en el piso, sujetando su mejilla, mientras un hombre la agarra del cabello, obligándola a mirarlo.

- ¡¿Quién te crees para refutar mi palabra?!

Por alguna razón, miro hacia arriba, donde hay una pequeña segunda planta llena de pufs y mesas. En la orilla de la barandilla, tres mujeres están trapeando el lugar.

Veo a Martínez, mi compañera, quien en este momento tiene una cubeta de agua sucia a sus pies.

Regreso la vista hacia la mujer que sigue llorando.

- Si te digo que me la mames, ¡Me la mamas!- le da otra bofetada.

Una sola mirada hacia mi compañera basta para entendernos, y entonces una catarata de agua sucia cae sobre el hombre que está maltratando a la mujer.

Intento ocultar la sonrisa que quiere asomarse en mi rostro.

- ¡Hija de puta!- el hombre mira hacia arriba.- ¡¿Quién fue?!

Al levantar la vista, se encuentra con Martínez.

- ¡Tú, baja ya mismo!

- Discúlpeme.- hablo con claridad.- Pero le pediré que se retire del salón. Está ensuciando todo.- le hago saber.

- ¿Disculpa?- dice indignado.- Estas putas acaban de ponerme de mal humor.- vuelve a mirar hacia arriba.- ¡Te dije que bajaras!- esta vez, Martínez obedece.

- ¿Y se puede saber qué hizo la esclava para ponerlo de mal humor?

- Desacató una orden.

- ¿Esa orden acaso era que usted se la follara?

- ¿Y desde cuándo tengo que darle explicaciones sobre lo que hago con una puta, a otra puta más?- me mira de pies a cabeza.- ¿O acaso serás tú quien me pague este escándalo con una follada?

Tomo del brazo a la mujer que sigue temblando a un lado, y cuando veo a Martínez llegar a nosotros, le ordeno que se ponga detrás de mí. Esto hace que el hombre suelte una risa, y noto cómo varios hombres en el lugar se ponen atentos a nosotros.

- Primero que nada, te recuerdo que estas mujeres no te sirven a ti; le sirven al prostíbulo. Si quieres follar con una, debes pagar.- lo enfrento.- Y con lo miserable que debe ser tu sueldo, dudo que puedas hacerlo.

- ¡¿Quién mierda te crees para...?!

- Sin contar que acabas de quitarme tiempo que podría estar usando para organizar la apertura de negocio del joven Jonathan. ¿Serás tú quien le comente que estás causando problemas?- sonrío.- Si quieres la compañía de una de estas mujeres, esperas como todos los clientes.

Más que un monstruo [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora