Capítulo 30

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"Que comience el juego"

Adira.

Décimo segundo día en el prostíbulo.

- ¿Hiciste lo que pedí?- le susurro a Adrien.

- Aquí tiene. Un celular como lo prometí.- me lo entrega.- Me costó muchísimo quitárselo a su dueño, así que sea rápida con lo que sea que quiera hacer.

Antes de venir aquí, me memoricé el número al cual llamar o escribir en caso de conseguir un dispositivo, debía encargarme de enviar un mensaje el cual puedan rastrear, estos teléfonos son especiales para mantener comunicación sin ser rastreados, pero un simple movimiento y un simple mensaje es suficiente para que mamá tenga la ubicación exacta del lugar.

Me apresuro de dejar un mensaje que incrimine al dueño del celular, antes de borrarlo.

- Ten. Como lo acordamos.- le entrego el celular de nuevo.- La próxima vez que Jones vuelva aquí, le dirás que hay un grupo de hombres teniendo comunicación con el exterior.

- ¿De qué le sirve todo esto a usted?- ignoro su pregunta.

- ¿Y el arma?- suspira antes de entregarla.- ¿Y lo otro que pedí?- me muestra un pequeño frasco con un líquido dentro.

- Si alguien se entera de que la estoy ayudando...

- Nadie sabrá.- le aseguro.- Ahora repasemos el plan. Mañana, cuando Jones vuelva, acusarás a los hombres que te dije, los encarcelarán y cuando los estén llevando a la fosa te asegurarás de que este frasco.- señalo lo que llevo en la mano.- Llegue a la celda número 7, la que está al final del pasillo.

- ¿Y si las cámaras me captan?

- La cámara suele rotar cada 5 minutos, no puede grabar de ambos lados a la vez, así que cuando rote y no te capte, se lo entregas a la rehén que se encuentra allí.

- Espero que esto valga la pena y mi hermana y yo podamos vivir en paz.

- Si sigues ayudándome, te aseguro que ambos tendrán la mejor vida del mundo.- le aseguro.- Es una promesa, y yo no rompo mis promesas.- el joven asiente.

- Las cámaras volverán a grabar en 4 minutos. Debe apresurarse.- me recuerda.

Cada uno toma su camino, tengo cuidado de que nadie me vea, ya que como a esta hora las cámaras no graban, los guardias se encuentran por todas partes para evitar que alguna rehén o yo salgamos.

Me escabullo sigilosamente, pero cuando estoy cerca de mi habitación, escucho pasos, así que me escondo detrás de una pared.

- ¿De qué hablas?- alcanzo a escuchar la conversación de dos hombres.

- Lo que dije. El joven Jones está asustado con que este negocio no salga como lo tiene planeado, ya sabes que odia decepcionar al jefe Smith.

- Es una pena que, sin importar lo que haga, Smith no lo considere digno de heredar la mafia.

- Quién dice y a lo mejor al final lo termine declarando como su heredero ¿A quién más si no? ¿Al cerebrito de la computadora?- sueltan a reír mientras siguen su camino.

Me aseguro de que no me vean, yendo a mi habitación donde cierro la puerta y rápidamente escondo el arma que llevo en las manos. Busco un escondite y lo coloco ahí.

Así que Smith no considera a Jonathan como su heredero... con razón me había dicho que quería asegurar su puesto, en realidad es porque no tiene ningún puesto aún...

Más que un monstruo [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora