Cojo su manito viéndola sin parar. Ella sonríe.
Se ríe a carcajadas cuando me llevo su mano a la boca moviendo mis labios.
Sujeto su pequeño cuerpo para que no se caiga.
Puedo oír la risa de Stella desde aquí.
Se está probando unos cuantos vestidos y conjuntos para llevar a Italia.
Y su marido está dentro del probador con ella.
Thomas está siendo bastante juguetón y no lo conozco.
No es la primera vez que veo una de sus manos cerca del trasero de mi amiga.
Antes no hacía esto.
—Dami —dice la pequeña Felice sentada en mi regazo—, mira.
Presto atención a pesar de oír las voces de sus padres y la risa de su madre.
Saca una pulsera de color marrón y blanco del bolsito que lleva con ella, en el cual tiene unos cuantos juguetes pequeños. Estos están ahora dentro del bolso. Anteriormente estaban en el pequeño banco donde estamos sentados.
Menos mal que estoy con Felice porque, sino, se aburriría mucho.
Solo tiene dos años y es normal que se aburra rápidamente.
Coge mi mano e intenta ponerme la pulsera.
Controlo mi risa cuando veo la cara molesta y confusa de la pequeña.
—Cariño, no entra. Tengo la mano más grande que tú —comento.
Suspira y me ve.
—¿Qué hago ahora? —me pregunta. Toco su pelo rubio, el cual está recogido en dos moños muy lindos.
—Pues esperar a que el tío compre unas joyas para los dos y así las compartimos. ¿Qué te parece? —digo con una gran sonrisa viendo a la niña que quiero tanto.
Asiente rápidamente y sonríe mucho.
—Me gusta —informa una vez que me levanto del banco con ella en brazos.
—¿Y también te gustará el paseo que daremos ahora?
Me dice que sí con una gran sonrisa.
En ese momento sale Stella del probador con un vestido corto de color naranja.
Sus grandes pechos forman un escote muy bonito.
La tela está pegada a su cuerpo.
Detrás de ella está Thomas. Se coloca a mi lado y ve enamorado a su esposa mientras ella se ve en un espejo grande.
Stella sonríe y aparta su cabello hacia atrás dejando ver los pequeños tirantes del vestido.
—Mamá —dice Felice al verla. Sonríe mucho—. Estás muy guapa. ¡Muy muy guapa!
Lo último lo grita y los tres reímos mucho al oírla.
—Gracias, cariño —le dice su madre. Me ve y gira sobre sí misma enseñándome el vestido completo.
Se adapta a sus curvas y le queda genial.
—Estás muy hermosa, Stella. Ojalá los vestidos me sentaran tan bien —comento y ambos se ríen.
Me esperaba que Felice no dijera un ¡los vestidos son para las chicas!
Lo único que hizo fue sonreír mucho y me dijo que me dejaría sus vestidos y que estaré muy guapo cuando me los pruebe.
Es muy adorable.
—Calla —me dice Thomas ilusionado—, que las faldas te quedan muy bien. Espero que te vistas así de nuevo.
—En mi casa seguro —respondo con una sonrisa—. También fuera de casa.
Stella sonríe. Coge mi rostro y besa mis mejillas con mucho cariño.
Hace lo mismo con su hija.
¿Por dónde iba? ¡Ah, sí!
Ya me acuerdo de lo que os estaba contando.
Mi estado de shock y mi pequeña depresión en aquella habitación en Argentina.
Me costó salir de casa, pero mi hermano nunca me dejó solo.
Además, lloraba al ver mi cuerpo cuando estaba sin camiseta o desnudo delante de él.
Lloraba porque su hermano pequeño estaba muy delgado.
Me negaba a comer, pero me obligaba a la fuerza por mucho que le doliera.
Le dolía meter la cuchara o el tenedor en mi boca mientras yo lloraba sin parar.
Y así todos los días.
Todos los días.
Mis padres estaban muy ocupados con su trabajo, pero aún así, acudían a mí para pasar tiempo conmigo.
Recuerdo que mi madre estaba muy cansada y venía a mi habitación a darme ánimos y cariño.
En más de una ocasión dormí con mi hermano y mi madre.
Rosa estaba abrazándome, mientras que Jacopo se dedicaba a ser mi almohada.
Mi cabeza estaba en el pecho de mi hermano.
Necesitaba tenerme cerca para asegurarse de que no me iba.
Jacopo temió por mi vida una vez más.
Estaba tan asustado que pensaba que mi corazón pararía en cualquier momento cuando él estuviera delante de mí.
Quería revivirme.
Por cierto, en algún momento tendré que contaros mi historia con esta mujer, ¿no?
•••
****
Holaa.
Felice ha aparecido de nuevo jeje. ¡Se le echaba mucho de menos!
Habrá más escenas en las que aparezca ella.
Thomas ha cambiado mucho y eso le encanta a todo el mundo, especialmente a Stella.
Espero que os haya gustado este capítulo.
Me encanta leer vuestros comentarios. Mil gracias por dejar unos cuantos en cada capítulo del libro.
¡Nos vemos!
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Damiano |Måneskin|
FanfictionDamiano David fanfic. Damiano ha visto a sus tres mejores amigos encontrar el amor de su vida. Son felices y él es el más feliz al verlos tan alegres. Sabe que nunca encontrará a alguien con quien estar porque su corazón no le permite enamorarse de...