Descubrí que tanto el sexo como el licor no te dejan pensar con claridad. O para dejarlo más claro, sucede porque no piensas. Solo actúas como te gustaría hacerlo cuando estás sobrio. O esa es la ventaja del alcohol. No puedes sentir vergüenza cuando estás bajo su influencia.
No recuerdo mucho de la noche anterior. Solo el principio, cuando ingresamos a cenar, y por primera vez en mucho tiempo, pude hacerlo sin necesidad de culparme. Quizá fue porque en ese preciso instante el alcohol diluyó mis preocupaciones. A partir de entonces no conozco más.
Pero hoy consigo despertarme y me encuentro en mi cama.
Tan pronto como me volteo para arrastrarme a la orilla, siento que la cabeza me pesa y la habitación se me va encima. Como un venado recién nacido me resbalo entre sábanas y caigo al suelo.
—A noche parecía más divertido.
Busco salir de las extensas sábanas y el edredón porque son tan gruesas que me podrían asfixiar, y con el mareo que poseo no tendría muchas oportunidades de salvarme.
Finalizo el curioso recorrido en alguna parte bajo mi mesa de noche, y es cuando respiro con más regularidad. Y también cuando siento el vértigo, martirizarme, al igual que las náuseas que se aglutinan en mi estómago.
—¿Zov?
De la impresión elevo la cabeza a tal velocidad que termino golpeándome con el filo de la madera.
—¿Zov? —suelto un quejido—. ¿Estás bien?
Veo una figura aparecer al costado de la cama y el ritmo del corazón se me suspende.
—¿Aks?
El miedo me traga entero.
¿Ella y yo en una cama? Ay, no, ¿qué hicimos ayer?
—¿Quieres morir hoy por qué no lo conseguiste anoche?
—¿Qué? —Me incorporo—. ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasó anoche? —Dejo escapar todo mi terror entre las preguntas.
—Tranquilo. —Los hombros de Aks se remecen ante su risa—. No paso nada malo... bueno no entre tú y yo. Solo me quedé a dormir para evitar un accidente.
Mi cuerpo se relaja, hasta distingo como mi ritmo cardiaco retoma su normalidad.
Al menos no pasó.
—Nunca te has quedado a dormir aquí —le digo—. ¿Qué fue lo que hice?
Su expresión cambia, la risita desiste y se queda observándome con un destello de tristeza y preocupación.
—Zov... —Sus ojos decaen. Está dudando—. Tú... ¿Eres depresivo?
Tal vez mi confusión fue tan obvia porque incluso pude sentir mis facciones al mostrarla.
—No —suelto con seguridad—. No hago esas cosas Aks. No tengo problema con eso... qué estupidez. ¿Qué pretendí hacer para que preguntes eso?
—Es que fueron muchas cosas.
ESTÁS LEYENDO
El cisne y el príncipe
Romance(Novela: Boys Love) +21 COMPLETA Entre acuerdos y alianzas, los herederos de Ledya y Teorvek se ven arrastrados hacia un deber trascendental. El primer encuentro en familia insinúa una relación llevadera, pero las apariencias pueden ser engañosas...