(Novela: Boys Love) +21
COMPLETA
Entre acuerdos de paz y tensiones políticas, Zov el reservado menor de la princesa de Teorvek, se encuentra atrapado entre su pasión por la danza y las expectativas monárquicas. Cuando Krooz el carismático príncipe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
He pasado todo un día absorbido en la culpa.
En el momento exacto que desperté de esa cama y me encontré solo, cuando la pesadez del sueño desapareció; fue ahí que las imágenes recopiladas se empinaron, cayendo una por una como un largo domino, sembrándome espinas de vergüenza y punzadas de remordimiento.
No me podía creer lo que había hecho.
Hui de su vista el tiempo que duró el viaje y el resto del día. Él tampoco insistió en acercarse. Quizá ahora comprende el error que hemos cometido.
Lo peor de la culpa, no es el arrepentimiento que siento, sino la inmensa ilusión de que él vuelva. Y eso es en lo que fallo. En el deseo que se ha despertado y cual, aunque me avergüence, necesito sentir otra vez.
Ahora soy un maldito traidor.
A pesar de que la relación de Eidriene con Krooz fue acordaba por mandos mayores a los suyos, y que por deber están obligados a cumplir, ahora existe una diferencia.
Él sí siente cariño hacia ella y eso fue una decisión personal.
La manera en cómo la describía, su mirada, las palabras, hasta la voz. Krooz estaba enamorado de ella.
Bueno. Ni siquiera conozco lo que es estar enamorado. Pero si alguien hablara de mí de la misma manera en la que lo hace él, creería sin dudar la existencia de un gran amor.
¿De verdad se habían enamorado? Y si así lo fuera, ¿por qué habría de traicionarla? De mentirle.
Y dudo mucho. Porque yo también amo a Eidriene y fallé a esa confianza, a ese afecto.
Entonces, si yo también tengo amor por ella...
Quizá significa que todo ha sido un desbalance, y que fui, y fue, cosa de un momento. Que, aunque ha quedado tan marcado, debo abandonar y continuar.
Todavía no es tarde para arreglarlo.
Arrojo el bolso encima de las bancas de los vestíbulos, y luego doy la vuelta para ir en busca de la única persona que me puede ayudar a escapar de esta confusión.
Al pasar por el pasillo que conecta la salida y las escaleras a los cursos de danza, me encuentro con Evem, el entrenador.
—¿Quién canceló las prácticas? —pregunta confundido al ver que me dirijo en dirección contraria a la pista.
—Nadie. Krooz aún no llega y Kristen me ha pedido que suba para hablar un momento.
Evem asiente con la cabeza.
—Correcto. Pero no sería muy conveniente que entres a practicar una obra mientras estás trabajando en el programa de compromiso.
—No creo que sea para una obra. O no lo sé —miento—. Lo que sea lo pensaré bien antes de aceptar.