El Sirviente del Diablo (Chanbaek)

Capítulo 20

Todo era demasiado perfecto y enfermizo. Chanyeol solo quería salir corriendo.

Sus hermanos lo evitaban, pero murmuraban sin cuidado sobre él y sus desgracias; algunos eran más descarados y hablaban muy alto para que todos, y principalmente Chanyeol, los oyera.

Esos eran los ángeles piadosos.

Se recostó contra un fresco roble y esperó. Jonghyun había desaparecido por ahí con Luhan y él sabía porqué. Kibum. Y esperaba que todo saliera bien, así Jonghyun volvería a sentirse vivo. Claro, estaba además aquel secreto que nunca le contó. El embarazo de Kibum. Los ángeles tienen un sexto sentido para percibir la vida, así lo supo unos días antes.

-Le daré una sorpresa -fue lo que le dijo tras esa dulce sonrisa-. Guarda el secreto por mí.

Y lo había hecho hasta ahora porque no creyó justo atormentarlo con algo como eso cuando no podía cambiarlo.

Suspiró y miró hacia Sehun que charlaba con Siwon, algo seguramente sobre cuidar de Luhan o ser condenado irremediablemente. Tal vez le estaba dando algún consejo sobre la vida matrimonial, si Siwon tuviera experiencia en ello, claro. Y entonces lo vio alejarse de Sehun y caminar hacia él. Maldijo en voz baja.

-Los ángeles no maldicen.

-Los del infierno lo hacemos a menudo.

-... ¿Has estado bien?

-Como el resto de las veces que me has preguntado -murmuró-. ¿Qué quieres?

-He oído que encontraste a un híbrido, un zorro.

Chanyeol chasqueó la lengua y frunció el ceño.

-¿Fue cosa tuya?

-¿El qué?

-Él. Que llegara a mi casa y...

-No, no lo hice yo. Pero supongo que fue un acierto del destino.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Porque siento tu corazón. Eres feliz con él.

Chanyeol alzó el mentó y lo miró altaneramente, desafiándolo con la mirada.

-Y creo que es un buen muchacho para ti. Deberías intentarlo.

-¿Intentar qué? -bisbiseó.

-Formar tu familia, la que siempre has querido.

El diablo apretó los labios y sus ojos rabiaron.

-¡No te atrevas a hablar de eso! Tú me maldijiste. Si no puedo tener una familia es por tu culpa -bramó en tono alto y estridente sin importarle que las miradas de los invitados se volvieran hacia ellos-. Así que no te permito que me digas eso.

-Algún día lo entenderás.

-¿Entender qué?, ¿que nunca te importé lo suficiente como para cuidarme o que cuando me fui te jodió tanto que no pudiste dejarme ser feliz?

Siwon entrecerró los ojos y dejó salir de sus labios una larga respiración.

-Dale una oportunidad -le dijo y se marchó.