Capítulo 24

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El joven híbrido despertó con el calor de un par de brazos envolviéndolo. Sus orejas se movieron al escuchar una suave voz a lo lejos. Al abrir los ojos lo primero que encontró fue el robusto pecho de Chanyeol. Un sonrojo voraz le atrapó las mejillas.

Sus manos pequeñas tocaron la piel bronceada del hombre y subieron labrando camino hasta su cuello. Soltando un chillido de emoción, se acurrucó como un cachorro contra el Diablo.

Antes no solía despertar entre los brazos de su amante, no usualmente, pero le gustaba mucho porque su corazón se alocaba y resplandecía. Y esperaba tener más amaneceres como ese, y, tal vez, más noches como la anterior.

Su calor seguía presente y tardaría al menos cuatro días más en disiparse, y en esos días esperaba concebir, pero tenía mucho miedo de fallarle a Chanyeol. Dentro de su cabeza se armaban los peores escenarios. Decepcionar a Chanyeol era siempre el final de esas secuencias. Ser alejado de su lado, rechazado por completo.

Aún era temprano por lo que vio en el reloj sobre el velador. Salió de la cama con cuidado y en silencio, se calzó la camisa blanca de Chanyeol y salió del cuarto. Bajó hasta la cocina con la idea de un desayuno especial. Las sirvientas estaban ya ahí y algunas de ellas no ocultaron su rechazo al verlo así.

Quizás sí, vestía muy descarado para su posición, ser un sirviente común que llamó la atención del amo, pero a Baekhyun no le importaban esas miradas o los groseros comentarios que entre las paredes se escurrían. Tuvo de eso mucho hace un par de meses cuando su trabajo era menos decoroso que este, y tampoco le importó ser llamado por los más abominables apodos.

—Me gustaría preparar el desayuno para el amo —pidió.

—¡Oh, pero qué engreído! Míralo, comportándose como si fuera una esposa preocupada, su esposa.

—Debes tener muy poca decencia en ti como para hacer algo semejante. El amo tiene ya una esposa, y tú, pequeña zorra, eres solo su amante.

Baekhyun apretó los labios, pero no dijo nada.

—Deja de crear tontas fantasías en tu cabeza y mejor haz tu trabajo, fregar los pisos —arremetió y con su flacucho dedo punzó la cabeza del zorro.

—Cierra la boca, no sabes de lo que hablas —masculló el híbrido finalmente.

—Claro que sé lo que digo. El amo se está divirtiendo contigo y cuando se haya cansado te botará como ha hecho con muchos otros. No creas que eres el primer amante que ronda su cama, y tampoco serás el último.

Baekhyun vio en los ojos de las mujeres pura maldad y se llegó a preguntar si ello no era efecto de una demoniaca naturaleza. No le sorprendería, no cuando escuchó cantidad de locuras que antes no hubiese creído.

—Debería avergonzarte ser tan abierto con un hombre casado.

—Ellos no se aman —replicó—, y mi amo no la quiere cerca.

—A pesar de ello están casados, y lo seguirán estando hasta que se acabe la tierra.

—Somos servidoras de nuestro Señor, pero respetamos también su unión y a su esposa —añadió una de ellas, acercándose misteriosamente al zorro—. En su nombre, habremos de darte una lección.

Baekhyun temió por su vida en ese momento cuando las llamas del infierno se encendieron en los ojos de las mujeres.


El Sirviente del Diablo (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora