Capítulo 34

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Doble actualización: 2/2


(Conor Mayard – What I put you through)

Te vi decirle al mundo

Que eras una chica soltera,

No mentiré, eso rompió mi corazón.

Pensé que éramos lo mismo,

Pero ahora no puedo explicar

Cómo nos separamos tanto


—Antes de venir aquí trabajé en un prostíbulo, un lugar pequeño y sucio. Yo estuve ahí desde muy joven cuando perdí a mis padres, y mi mayor sueño fue..., finalmente poder salir de ese lugar —habló con tono bajo, avergonzado—. Tal vez no lo sepas, pero para que alguien como yo salga de un lugar así, hace falta casi un milagro. Alguien debe pagar nuestra libertad, como si fuésemos esclavos. Y ningún hombre daría dinero para cosa semejante... Solo que alguien lo hizo, por mí. Él me sacó de ese lugar con la razón de que pronto yo le devolvería el favor. No me importó, cualquier cosa que tuviese que hacer, habría valido la pena si tenía mi libertad.

Baekhyun miró levemente a Chanyeol, incapaz de sostenerle la mirada cuando sabía que ver esa mirada dolida sería su perdición. Afortunadamente, Chanyeol tuvo la prudencia de traer batas para ambos, así la desnudez no los abochornaría más.

—A los pocos días volvió a buscarme y me dijo que viniera a este lugar. Que lo encontraría con facilidad si cruzaba el bosque. En ese momento no supe que el lugar estaba protegido y oculto. Llegué a tu puerta y-

—¿Fue mi hermano, no es así, el que te envió aquí?

Su voz sonó tan dura que a Baekhyun le crispó completamente y solo asintió con la cabeza por miedo de cualquier retaliación.

El Diablo apretó los puños, mas no le apartó la mirada de encima.

—Dijo que era algo sin importancia.

—Exactamente, ¿qué te dijo él que hicieras?

—... Que me ganara..., tu confianza —empezó y un grueso nudo ácido le taponó la garganta—. Que te..., enamorara.


Palabras venenosas de todos tus amigos,

Merezco las cosas que dijeron,

No es peor de lo que estoy diciendo en mi propia cabeza.


Escuchó un resoplido, y por mucho que quiso levantar la mirada, no pudo.

—Solo se trataba de un juego, o eso fue lo que dijo, y cuando reveló que eran hermanos, supuse que era alguna tonta venganza entre ustedes... No creí que dañaría a nadie.

—Pero lo hiciste —dijo con la voz carente de emoción y dulzura, aquella que perdió al escucharlo todo—. Me destrozaste.

Entonces alzó la vista.

Chanyeol lo miraba con frialdad y dolor, aquel que él mismo sentía pinchándole el pecho. Quiso ponerse en pie y abrazarlo, decirle que le amaba con locura, pero seguramente Chanyeol lo apartaría. Porque ya no lo quería.

—Viniste aquí y jugaste muy bien, Baekhyun. Debo decir que siempre supe que tu llegada fue todo menos casualidad —jadeó y se relamió los labios—. Me forcé a creer que eras un inocente, que era solo mi mera desconfianza hacia todos saliendo a flote. Y me permití amarte..., por mucho que mi razón me decía que era peligroso.

El Sirviente del Diablo (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora