Capítulo 14

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Dos meses más tarde…

La casa estaba muy sola, incluso con los animales y los sirvientes que rondaban por los pasillos, pero se parecían más a fantasmas que a personas. Baekhyun lo sentía todo tan frío. Había pasado mucho tiempo desde que Chanyeol partió a aquel viaje de negocios, y, aunque dijo que regresaría pronto, llevaba varias semanas sin siquiera llamar a la casa. Quizás exageraba, después de todo no le debía nada, ni siquiera una llamada, pero no podía evitar sentirse acongojado y dolido. Quería la atención de Chanyeol, ser mimado y consentido por ese hombre tan rígido.

Jonghyun le explicó que sus negocios siempre tomaban mucho tiempo, pero eso no tranquilizó ese agite que abrazaba su corazón.

La nieve había ya desaparecido y en su lugar, desde hace un par de días, empezaba a verse la hierba verde creciendo en brotes pequeños. Los animales salieron también de la hibernación y por las ramas delgadas de los árboles se escabullían con gracia.

Aunque el sol asomaba a cada hora, seguía habiendo cierto aire frío que se rezagó del invierno.

Baekhyun estaba en la caballeriza esa mañana cuando el agite de los caballos lo descolocó. Relinchaban furiosamente y se alzaban sobre sus patas traseras sin cuidado alguno; otros pisoteaban el suelo de la cuadra e incluso golpeaban las puertas con sus patas traseras.

El zorro se apartó a prisa para no ser golpeado por los animales, y desde el pasillo del establo escuchó voces dentro de la casa. Una de ellas no la reconocía, pero por la reacción de los equinos, no era bienvenida. Los perros también estaban ladrando.

Caminó sigilosamente hacia el interior de la mansión pasando por la puerta de la cocina. Desde ahí, su sensible nariz detectó un aroma desconocido y fuerte. Dulce y picante, como a rosas y pimienta. No conocía ese aroma tan desagradable. Cuidadosamente se acercó a la sala donde escuchaba la voz de Jonghyun conversando con el desconocido. Sacó su cabeza de detrás de la pared para ver lo que en ese salón ocurría.

—Chanyeol se marchó hace dos meses, pero debería regresar en estos días —le dijo.

—Lo sé, me encontré con él un par de veces allá. Quise que regresáramos juntos, pero se negó —señaló la voz de una mujer—. En fin, lleva mis maletas a la recámara de mi esposo y-

“Esposo… Chanyeol es el esposo de esta mujer”, pensó tristemente Baekhyun.

—Chanyeol mandó preparar la habitación de huéspedes para usted —la interrumpió Jonghyun.

—¿Disculpa?

—Esta vez…, no quiere compartir su recámara.

—Es mi marido —bramó ella.

—Yo solo acato órdenes —replicó, y tras sus palabras se ocultaba una sonrisa burlona.

Uno de los sirvientes llevó las pesadas maletas de la mujer que veía con rabia al subordinado de su esposo.

Desde su lugar, Baekhyun apreció a la mujer. Alta, pero no tanto como él, guapa y esbelta, con curvas prominentes y rostro de muñeca, pero sus ojos eran oscuros y siniestros. Vestía con una elegante sensualidad. Ella hablaba de su esposo… Chanyeol. Baekhyun sintió un severo dolor en el corazón al saber que su amo estaba casado y que él era como su pequeño, secreto y sucio amante. Torció los labios con incomodidad. Ser aquel trapo sucio…, era como volver al pasado cuando ser un amante era lo mejor a lo que podía aspirar.

Sus orejas decayeron y su cola rozó el piso.

—He oído que Chanyeol consiguió un juguete…, ¿un zorro o era una zorra?, ¿es por eso que no desea-?

El Sirviente del Diablo (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora