Capítulo 26

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Baekhyun se recuperó del fatídico encuentro con las sirvientas, y su celo la pasó en brazos de Chanyeol, día y noche.

Sandara no estaba feliz, por supuesto, y su trato con todos empeoraba a medida que sentía la afrenta viva golpearla en el rostro. Estaba desquiciada y quería, no, ansiaba con locura poder desaparecer al zorro impertinente. Pero había algo que le devolvía la tranquilidad. Baekhyun no quedaría en cinta por mucho que ellos retozaran en cada rincón de la casa. Era imposible. Ella misma lo probó hace mil años.

La demonio no podría ser más feliz al saber cuan destruido quedaría Baekhyun cuando sus intentos vanos lo vieran a la cara. Lloraría, gritaría y hasta odiaría a Chanyeol por esa incapacidad para amar que le impedía concebir.

Y estaría ahí para echar a Baekhyun de la casa luego de una ardiente pelea.

Solo debía esperar.

Pero mientras tanto, le fastidiaba ver al zorro recorrer la casa como si fuera de él. Ya ni siquiera se comportaba como un sirviente y era incapaz de servirle un té. Ese zorro estaba cruzando la línea, y ella quería pararlo a cualquier costo.

Marchó entonces hacia la recámara del zorro y sin invitación alguna entró. El joven animal estaba desnudo, secando su cuerpo con una toalla blanca.

—Señora —jadeó él—, ¿qué hace aquí?

—Esta es mi casa, puedo estar donde yo quiera —recalcó ácidamente mientras se paseaba por la habitación. Su nariz picó por el fuerte aroma a Chanyeol que flotaba en el aire, ese mismo perfume que se mezclaba con el aroma a sexo—. Veo que aún no te has rendido en esa boba idea de concebir.

—Se lo prometí a Chanyeol.

—¿Y cuándo entenderás que es imposible? No solo no te asusta intimar con el Diablo, sino que no te importa. Y eres tan ciego que no ves la realidad. Chanyeol no puede tener hijos porque está maldito y ni tú ni nadie puede repararlo.

—Yo sé que puedo.

—¡Vaya imbécil! ¿Cómo podría un sucio puto concebir el hijo del Diablo por milagro divino?, ¿no te parece que ambicionas mucho?

—Usted es igual o peor que yo —masculló el zorro—. Sé lo que es y no tiene una mejor reputación que la mía.

—No me compares contigo —bufó y chasqueó la lengua con asco—. Pero si quieres seguir con esa ridícula idea tuya de darle una familia al Diablo, es justo que te advierta que lo vas a lamentar.

—¿Es una amenaza?

—¡Por supuesto! —Ella rio—. ¿Por qué crees que lo maldijeron, en primer lugar? El Diablo es un ser malvado y cruel, egoísta y despiadado. Alguien así no puede ser bueno para nadie más, y mucho menos tener una familia que luego abandonará. Es por naturaleza. Él me dejó a mí.

Baekhyun entornó los ojos y bajo ese mismo tono mordaz que ocupó la mujer, respondió:

—Y usted no ha dejado de perseguirlo como un perro faldero.

La diestra de Sandara le picó por levantarse y golpear el rostro victorioso del zorro, mas se contuvo. No necesitaba más problemas con Chanyeol, ni mucho menos un castigo como el que le dio a esas sirvientas que no fueron capaces de seguir sus órdenes y sacar al zorro de la casa.

—Te arrepentirás de cada maldita palabra, y llorarás cuando Chanyeol te patee fuera de su vida.

Soltó la advertencia y se marchó dentro del mismo torbellino que la trajo.

El Sirviente del Diablo (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora