Capítulo 29

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Advertencia: Escenas +18 un poco extrañas. Léelas bajo tu responsabilidad.

*Doble penetración

*Boypussy



Después de mucho tiempo Baekhyun volvía a salir a las populosas calles de Seúl. El ajetreo de la primavera era agobiante, pero conservaba la belleza natural de la época. Ahí, entre esa marea de gente, el híbrido caminaba lentamente hacia el puerto deportivo donde estaba el yate de Chanyeol. Era una sorpresa.

Después del pequeño viaje a las montañas, el ambiente entre ellos se volvió más..., íntimo de una forma sentimental que nunca antes tuvieron. Chanyeol procuraba abandonar su faceta oscura y seria cuando estaba con él, y casi siempre lo mimaba con sutileza. Y para nadie dentro de la casa esas actitudes pasaron desapercibidas, especialmente cuando Chanyeol le encargó el cuidado de la casa a Baekhyun. Como si fuera su esposo. Sandara rabió y gritoneó por horas en su recámara, pero no consiguió una retirada.

Ahora que Jonghyun iba y venía del bosque de bambús donde se encontraba clandestinamente con Kibum, no tenía mucho tiempo para supervisarlo todo en la casa o siquiera hacer su trabajo de demonio. Chanyeol no le reprochó nada, solo lo dejó irse para que encontrara la felicidad.

El muelle era atractivo, con vistosas luces y lámparas que iluminaban el camino en la rivera, y las embarcaciones pequeñas y medianas que se movían letárgicamente con las olas. En uno de los yates encontró la imponente figura del Diablo. Camisa blanca y pantalones del mismo color, ajustados a su cintura con una correa de cuero marón oscuro.

Baekhyun suspiró.

Apresuró su andar hasta el pasaje que lo llevaba sobre cubierta. Sus pies temblaron un poco por el movimiento. Uno de los sirvientes lo anunció con Chanyeol.

Baekhyun se sonrojó al verlo bajar tan serio e intimidante. Cuando estuvieron de frente, murmuró un saludo y se impulsó para darle un suave beso en los labios. Chanyeol sonrió.

—¿Qué haces aquí, zorrito?

—Jonghyun dijo que estarías aquí y..., no pude resistirme.

—De hecho, estábamos por zarpar. Iba a dar una vuelta por el río.

Chanyeol lo llevó al frente del barco justo cuando el motor rugió debajo del agua y empujó el agua. Se alejaron del puerto del club de la marina y una suave brisa los acompañó. Los árboles a los costados de la orilla brindaban un encantador paisaje junto al oleaje suave del río.

Chanyeol lo sujetó por la cintura cuando lo vio tambalearse. Era gracioso. Baekhyun seguía siendo torpe y patoso, pero como nunca antes, encontró esas cualidades entrañables y perfectas.

Las manos del zorro se aferraron fuertemente a la camisa del Diablo para dejar de tambalearse ridículamente. Le avergonzó admitir que nunca antes estuvo sobre un bote, mucho menos navegando.

—Yo..., quería plantar un rosal y unas enredaderas en la casa. Pero no sabía si te gustaría o si-

—Haz lo que gustes, zorro. La casa es tuya —respondió sin mirarlo, solo apreciando el horizonte.

—A la Señora no le gustó la idea.

—No tiene que gustarle a ella, sino a ti y a mí. Después de todo, ahí es donde viviremos.

Baekhyun volvió a sonrojarse y una fuerte euforia le apresó el pecho.

—¡Haré que se vea bonito, lo prometo!

El Sirviente del Diablo (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora