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Sus ojos se agrandaron y tragó en seco, la sorpresa hizo que se quedara sin habla, boqueo, mirando a la persona frente a él, tan conocido, pero al mismo tiempo ajeno, sus ojos lucían juguetones, como si jugara al gato y al ratón, su sonrisa se ensanchó, y fue ese el momento para que Taehyung gruñera y golpeara su pecho con la palma de la mano creando un sonido sordo.

—¡Idiota me asustas!

Jungkook soltó una carcajada, una que despertó de su susto a Taehyung, este se abalanzó sobre él, sin importarle el reducido espacio en el que estaban, Jungkook lo abrazó con fuerza, oliendo su aroma, era reconfortante, como si el alma hubiese regresado a su cuerpo, habían sido días difíciles para él y su alfa y no dudaba que para Taehyung también, podía sentir a través de su marca su tristeza al no tenerlo cerca.

Una de las cosas que más repudió de su castigo era el hecho de que no podía ver a su novio, soportaba cualquier cosa, golpes e insultos, pero no el hecho de no ver a la única persona en el mundo que le hacia sentir querido y protegido, lo abrazó, sus ojos picaban con ganas de llorar, pero no lo hizo, no quería preocupar a Tae. Quería que ese momento fuera especial, su encuentro después de tiempo.

—Esto se siente tan bien.

Taehyung se separó de su cuerpo y le miró, estaba vestido con un enterizo de mecánica, se veía bien, pero sus ojos reflejaban tristeza, tomó sus mejillas e hizo un puchero.

—¿Tú padre se enojó mucho? ¿Hizo algo para lastimarte?

—No amor, Vernon no es así—sonrió a medias—. No tienes porqué preocuparte, todo está bien.

—Te extrañé demasiado.

—No tanto como yo a ti—susurró antes de tomar sus labios.

Era un beso dulce, tenía la ternura que les caracterizaba, el calor que sin pensarlo ayudaba a llenar sus corazones lastimados. Taehyung sabía que Jungkook mentía, porque a través de su marca podía sentir el dolor permanente que este llevaba encima, podía sentir su tristeza emanando de cada una de sus sonrisas, antes de estar enamorado eran mejores amigos, pero, aunque quería arrancar la verdad de su boca, no podía, y no quería hacerlo sentir mal, quería hacerlo sonreír.

—¿Vernon está aquí?

—Dijo que iría a comprar unas cosas, siempre tarda, ¿Quieres ayudarme? Tengo que lavar ese auto.

Taehyung asintió animado, haría todo con tal de pasar el mayor tiempo posible a su lado. Jungkook abrió la puerta de la pequeña bodega, salieron tomados de la mano. Jungkook le tendió un trapo azul y le sonrió.

—¿Cómo te va aquí?

Jungkook hizo una mueca, podía decir que esa semana fue la peor de su existencia, su padre era un tirano desgraciado, no lo dejaba tranquilo ni un momento, estaba tan cansado, que cuando llegaba a casa lo primero que hacía era acostarse y dormir, era tortura, pero su padre no dejaba de decirle que si esa es la vida mediocre que había elegido, tenía que acostumbrarse.

Él no quería una vida mediocre, pero se sentía como uno, así que ¿De qué otra manera podía vivir? Si estaba destinado al fracaso.

—Soy el lava autos más guapo, obviamente me va bien, hay buenas propinas, pero no te preocupes cariño, yo soy tuyo.

Taehyung soltó una carcajada, a Jungkook le gustaba escucharlo reír, era lo que le mantenía en pie, su sonrisa era su salvación y ni siquiera lo sabía.

—Eso no me gusta, nadie puede ver lo que es mío.

—Me voy a tatuar tu nombre en mi frente ¿Con eso estamos bien?

El Cisne Que Voló Por El Tigre *Yoonmin/KookV/Namjin/HopeWen/Jihan*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora