El Cisne Que Voló Por El Tigre *Yoonmin/KookV/Namjin/HopeWen/Jihan*

20

Miraba su reflejo en el espejo del baño de aquel aeropuerto, al tiempo que escuchaba con asco las arcadas de Jimin, no lo culpaba, había tenido dos vuelos cansados para llegar a Bombay. Lavó sus manos, se sentía horrible, necesitaba un buen baño. Jimin salió del cubículo, tan pálido como una hoja de arroz, este lavó sus dientes con la pasta pequeña y el cepillo.

—¿Estás bien?

—JeongHan, siempre usa condón, esto es horrible, me siento terrible.

—¿Qué puedo hacer? No quiero que mueras, pensarán que te he asesinado.

Jimin rio por lo bajo. —A estas horas nuestras familias ya deben estar buscándonos.

—Bueno, mis padres no lo creo, le dije a mis hermanos que les explicara, claro que estarán molestos—suspiró—. ¿No llamarás a tu hermano?

—Me quedé sin batería—hizo una mueca.

Jeonghan bufó, tomó sus cosas y salieron del baño, era de noche, se encaminaron a la entrada, Jimin hizo una mueca mirando alrededor, todo parecía muy diferente a lo que conocía.

—¿Y cuál es el plan? —preguntó cuándo estuvieron afuera, el ambiente era caluroso.

—El plan era venir a Bombay.

—¿Qué? ¿No tienes nada más? —le miró alarmado.

—Bruto, tengo diecinueve años, no pensé que llegaríamos tan lejos—bufó JeongHan mirando alrededor—. Lo primero que tenemos que hacer es buscar un lugar donde quedarnos, es de noche y como te ves parece que no estarás en pie por mucho tiempo.

—¿Y cómo vamos a hacer eso? —mordió su labio inferior—. Dudo que las personas aquí sepan nuestro idioma.

—Sí, no creo que lo sepan, además, no sé el cambio de moneda—bufó—. Creo que debimos pensar mejor esto.

—¿Lo crees? Vaya, al final tienes un poco de cerebro—rodó los ojos.

—¡Oye! No te portes así, yo no tengo la culpa.

—Ya lo sé—hizo un puchero—. Es que en verdad estoy cansado.

JeongHan asintió. —Es tú culpa, usar condón es importante.

—Maldito idiota.

—¡Tú mismo lo dijiste!

—¡Yo sí puedo burlarme de mí!

Estaban tan centrados en su pelea, que no se dieron cuenta que llamaban la atención de las personas que se hallaban fuera del aeropuerto, ninguno de ellos podía realmente entenderlos, salvo una persona, que miró con una risa contenida, negó antes de acercarse.

—Disculpen chicos ¿Están perdidos?

Ambos se volvieron de golpe para ver al hombre que estaba frete a ellos, era alto, cabello castaño oscuro y una sonrisa amable, Jimin tragó en seco.

—Yo he visto esto en las películas y no termina bien—dijo con una mueca.

—Perfecto Jimin, nos van a secuestrar, ¿Ves la importancia de cuidarse?

El hombre negó con las manos al frente. —No, claro que no, yo no quiero secuestrarlos, sólo escuché su plática, y por cómo se ven, no parecen tener más de dieciocho, ¿Están solos?

—No contestes—susurró JeongHan.

—Repito, esto no termina bien.

—Chicos, no quiero secuestrarlos.

—No le creas, eso es lo que dicen siempre los secuestradores—negó JeongHan.

—Miren—buscó en su cartera, sacando su identificación—. Me presento, soy Zhang Lay, soy médico en Suiza, pero, estoy aquí para visitar a mi familia, aquí nací, no tengo malas intenciones, es sólo que, si se encuentran solos aquí y no conocen a nadie, puede ser peligroso.