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La situación era incluso más incómoda que cualquier otra, manejaba en silencio y alargando el camino, porque aunque quisiera ocultarlo, sentir el aroma de destinado cerca, le tranquilizaba, era como si el dolor y la enfermedad que había sufrido por semanas comenzará a dejar de afectarle, casi por completo, no lo miraba, trataba de que sus ojos se enfocarán en el camino, pero, de vez en cuando podía sentir su mirada, tímida.

Estaba haciendo mal, lo sabía, pero ¿Qué más podía hacer? Bambam era un alfa de dieciocho años, él un alfa de veintitrés años. Su relación no era para nada bien vista y no era seguro, si sus padres o los de él se enteraban, seguro que sería un caos total, no estaba listo para enfrentarse a algo así, ni mucho menos él. Tenía que seguir con su fachada, debía aguantar lo más que pudiera, aunque aquello les estaba lastimando.

—¿Quieres bajar? —preguntó cuando se estacionó en el mini super.

—Sí...

Yugyeom bajó, esperando a que él hiciera lo mismo y comenzó a caminar hasta la puerta del lugar, no era grande, pero tampoco pequeño, estaba pensando en qué sería lo más leve que ellos podrían beber, decidió llevar unas cuantas cervezas, las suficientes como para embriagarse, sin quedar inconscientes.

Miró cómo BamBam tomaba algunas frituras y chocolates, lo observó con una sonrisa, era lindo, su ceño se fruncía ligeramente mientras decidía qué más llevar, espero en la fila para pagar, ambos estaban al lado del otro, puso las cosas en el mostrador.

—Pon lo tuyo.

—Yo lo puedo pagar.

—Ponlo.

Bambam suspiró y dejó sus cosas, Yugyeom saco su cartera y pagó el monto, después tomaron las bolsas y salieron.

—¿Puedes dejarme en casa de un amigo?

—¿Qué amigo?

—Felix.

Hizo una mueca, no estaba seguro de hacer eso, primero, porque no sabía si sus padres le habían dado permiso y segundo, porque la incomodidad en su pecho no le dejaba. Suspiró mirándolo por fin.

—No, quédate en tu casa, tus padres pueden molestarse.

—Puedo llamarlos...

—No.

—¿Por qué no? —dijo frunciendo el ceño mirándolo fijamente.

—Simplemente no.

—No puedes decirme qué hacer.

—Lo sé, sólo no vayas.

—¿Por qué no quieres que vaya?

Yugyeom gruñó, se acercó más y suspiró. —Puede ser peligroso, obedece.

—¿Y si no quiero hacerlo?

—No hagas esto BamBam, sólo haz lo que te digo.

Bambam estaba molesto, lo veía en sus ojos y en la mueca que hacía con sus labios, Yugyeom se volvió, pegando la cabeza en el volante.

—Es demasiado ¿Sabes? Sé que no debería decirte nada, que no es de mi incumbencia, pero...no quiero que vayas.

—¿Estás celoso? —al no recibir respuesta negó con un nudo en la garganta—. Tú sales con alguien más.

—No salgo con nadie.

—Te vi besándola.

—Terminamos, yo no podía estar cerca de ella.

—¿Por qué me alejas?

—Bam...eres demasiado joven para entenderlo todavía, lo que hago es por el bien de los dos.

El Cisne Que Voló Por El Tigre *Yoonmin/KookV/Namjin/HopeWen/Jihan*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora