•𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟹𝟶•

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Capítulo 30: Mi jodida debilidad

Olivia.
Me desperté con un fuerte dolor de cabeza La noche anterior,después de volver del baño y del intenso encuentro con Jaden, seguí bebiendo con mis amigas y perdí un poco el control.

Bajé a la cocina, solamente estaba mi hermano desayunando, bueno, haciendo el intento ya que la tostada que intentaba meter en el vaso de leche, la estaba metiendo al vacío de lo dormido que estaba.

-Buenos días, imbécil- dije susurrándole al oído provocando que se despertara en un instante.

-Gilipollas, me has asustado- dijo dándome un golpe en el brazo.

-¿La tostada buena no? Digo, porque la estás mojando en el aire- le respondí junto con una risa.

-Joder, estoy muy dormido y me va a explotar la cabeza, no me toques los cojones, por dios. - me respondió.

-Se llama resaca, querido. - le respondí pero no le di tiempo a que me respondiera ya que mi teléfono comenzó a sonar.

Llamada entrante: Lenn <3

-Buenos días, zorra.

+Buenos días Len- respondo.

-¿mucha resaca?

+Me explota la cabeza.

-Pues una pastilla y te vienes a mi casa que tenemos fiesta en la piscina.

+Pero tía n....

-Nada de peros, te quiero en mi casa a las 4, dile a tu hermano que se venga también, nos vemos, te quieroooo.

Fin llamada

La muy zorra me había colgado sin darme opción a elegir.

-Me ha dicho Lena que hay fiesta en la piscina, que vayamos sobre las 4.

-Uf no déjate, no tengo cuerpo para más fiesta hoy.- respondió Adam.

-Bueno, yo voy para allí si quieres venir ahí estamos.- le dije dándole un beso en la mejilla y abandonando la cocina.

Subí a mi habitación a preparar la mochila. Elegí un bikini entre los mil que tenía, decidí ponerme uno negro básico que resaltaba la forma de mi pecho.

En la mochila metí lo esencial, una toalla, las chanclas, las gafas de sol y la crema solar.

Encima del bikini me puse unos pantalones cortos azules y un top blanco junto con unas Jordan.

Jaden me había estado escribiendo y llamando durante toda la mañana pero lo había estado ignorando, no me atrevía a verle la cara desde lo que pasó ayer entre nosotros.

Me tumbé en la cama ya que todavía eran las 3 de la tarde, el tiempo se pasó demasiado lento hasta que llegó la hora de irme.

Salí de casa junto con un café de estos preparados, me puse mis auriculares y fui escuchando música en el camino. Llegué a mi destino y empecé a escuchar el ruido proveniente de casa de los Andrews.

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