•𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟺𝟸•

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Capítulo 42: Verdades que duelen.

Jaden.

Los días iban pasando y se acercaba el momento de marchar. Aún no se lo había contado a Olivia, no me sentía capaz de contarle que me iba a la otra punta del país.

Lena no dejaba de insistir en que se lo contara, yo siempre intentaba evitar el tema o daba largas con que ya se lo contaría.

Me sentía como una mierda al no contarle la verdad después de lo que había pasado el otro día en la fiesta de fin de verano. Pensaba que tanto ella como yo, sentíamos esa conexión al volver a unir nuestros cuerpos, nuestras respiraciones, el ser uno solo.

Ese día, me sentí completo, Olivia era mi vitamina, la que necesitaba para respirar. A pesar de que no estábamos juntos, esa noche la viví como si nuestro amor aún siguiera vivo entre los dos.

Mi cabeza daba vueltas. La tenía demasiado saturada, pensando una y otra vez en como decírselo sin que se lo tomase mal, cosa que a mi pesar, no iba a ser posible, lógicamente.

Tras dar unas cuantas vueltas en la cama, decidí levantarme. Abrí las cortinas para que la luz entrara por las ventanas.

Bajé a la cocina ya que tenía la garganta bastante seca, allí me encontré con mi madre y Lena.

- ¿Ya has decidido cuando decírselo? – me preguntó Lena.

- Buenos días eh. – respondí.

- Si si, buenos días, ¿Cuándo se lo vas a contar? – insistió.

- Lena, basta ya. – le contesté serio.

- De basta nada, o se lo dices tú o se lo digo yo, tú decides. – respondió y salió de la cocina.

Solté un resoplido y me pasé las manos por la cabeza, no sabia como cojones hacerlo. Noté una mano tocando mi hombro.

- Hijo... Sé que no debería meterme, pero...Es mejor que se lo digas cuanto antes. Luego será peor. – dijo mi madre.

- No sé como hacerlo mamá. A pesar de que no estamos juntos, me preocupa su reacción. – contesté.

- Su reacción no va a ser la mejor, eso está claro. Pero debe saberlo Jaden.

- Díselo cuanto antes. Te quedan 5 días para irte. – me recordó y me dejó solo.

Era la hora de decírselo, no sabia como, pero, tenia que hacerlo. Tras unos segundos pensando, cogí mi teléfono y marqué su número, el cual me sabia de memoria. Varios pitidos después, su voz adormilada habló.

+ ¿Sí?

Olivia.

Me desperté debido a que los rayos que entraban por la ventana me daban en la cara y mi teléfono no paraba de sonar, me estaban llamando. ¿Quién diablos me llamaba a las 9 de la mañana?

Abrí mis ojos perezosamente y cogí el teléfono de la mesilla. Un número el cual no tenía agregado llamaba, contesté y se escuchaba una respiración entrecortada en la línea.

+ ¿Sí?

- Liv.

Mi garganta se secó al escuchar su voz.

+ Hola, Jaden.

- Necesito que hablemos.

+ Jaden...Si es de lo que pasó en la fiesta, podemos dejar...

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