Esperanza

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Bullicio de la gente que se concentra tanto en una sola voz y alcanza a escucharse a kilómetros de distancia, aún así pude distinguir el timbre de la casa.

-Yo abro.- dije a una de las edecanes que se aproximaba a la puerta.

Subí los pequeños escalones del jardín que conducían al recibidor de mi casa escuchando como el tacón retumbaba en el piso, meseros sonriendo nerviosos llevando charolas con canapés al patio. Una vez frente a la puerta respiré profundo y abrí.

-Diana.- exclamé sorprende.- ¡Que sorpresa!.- dije al tiempo en que ella se avalanzaba a darme un gran abrazo.
-Te ves muy guapa.- dijo ella con una sonrisa mientras alzaba una de sus cejas.
-No más que tú eh.- dije sutilmente mientras la miraba en ese vestido negro entallado, el cual hacía relucir su busto y cuando empezaban a venir los pensamientos provocativos.- ¿Y la niña? Tengo unas ganas de verla
- Ya viene está con su papá porque está estacionando el coche.- dijo señalando toda la fila de autos que había.
-Bueno pues entonces pásate por favor.

Abrí más la puerta y me hice a un lado para que pudiera pasar, ella entró nerviosa sosteniendo la correa de su bolsa de hombro.
No puedo negarlo aquella tarde estaba rebosante de felicidad, era mi cumpleaños y Alberto me había organizado una reunión con la mayoría de sus amigos e incluso había invitado a mis padres, sin duda algo muy tranquilo para ser él. No lo dudé ni un poco y tomé la mano de Diana para llevarla hacía el patio, su mano estaba fría, tenía una fuerza y delicadeza a la vez, eramos una combinación ya que la mía estaba calientita.

-Perdón.- me giré a decirle en cuanto noté que no me seguía el paso.
-No no yo es que...perdóname tu a mi.- dijo ella poniendo su otra mano sobre su cara para denotar vergüenza.
-Bueno es por acá.- dije soltando su mano y señalando el camino.
-No no por favor.- se apresuro a decir mientras volvía a tomar mi mano.- A veces soy un poco torpe para esto ¿Sabes?.- volvió a decir apenada.

Hacia unos meses atrás, que habíamos tenido un pequeño momento de tensión, en el que casi daba por perdida mi amistad, y de paso mi amor por ella, había Sido el dia que fue a mi concierto.

*Flashback*

-Diana Diana.- gritaba a sus espaldas pero ella no se detenía e incluso aceleraba el paso.- Diana.- volví a gritar mientras le cerraba el paso con mi cuerpo
-¿Que?.- replicó con los ojos al revés
-¿Cómo que qué? Si veniste.- dije con una sonrisa.
-Si pero ya me voy.
-No pero ¿porque?En cuánto te Vi me bajé de escenario y corrí a la prensa
-Veo que estás muy bien acompañada no te hacía falta que viniera.- dijo sarcásticamente.
-¿De qué hablas?.- pregunté confundida
-Pues de que... De eso... De .- comenzó a trabarse
-¿De?.- repetí expectante.
-De como te llevas con esa tal Rosana de como te abraza por la espalda.- dijo a modo de reproche sin mirarme a los ojos
-¿Pero que tiene de malo?.- reí
-Como que que osea todo de malo.- exclamó
-Entiendo.- dije al fin bajando la mirada y cayendo a la cuenta, aquellos no eran celos aunque quisiese verlo así, no eso era...
-¿Qué?.- juntó sus cejas.
-No sabía que eras homofóbica.- dije seriamente.
-¿Que yo? No no claro que no no es eso bueno yo no...- dijo nerviosa nuevamente.
-¿Entonces que te molesta tanto Diana?
- No nada me pasé perdón.

Estaba apenada, y por ello procedí a poner una mano sobre su cara, mirarla a los ojos.

-Creo que tú y yo siempre hemos aclarado las cosas.
-Ana no es el lugar.- remilgó
-Dime Diana ¿Que es lo que te molesta tanto de que me haya abrazado así?
-Creo que exageré eso es todo, creo que me dolió que....

“¿Qué?, Dilo por favor dilo", pensé mientras mi mirada se iluminaba, mordí mi labio, sentí un escalofrío erizar mi piel.

-Me dolió que como dices si soy tu mejor amiga no me hayas contado nada de ella.- terminó de decir bajando la mirada a la vez que soltaba un suspiro y de paso mi esperanza me llevaba al fondo de la tierra.
-Bueno.- dije quitando la mano de su rostro viendo como ella miraba mi mano.- Ahora ya sabes que.- bajé un poco la voz y Vi que no hubiera nadie más en el pasillo.- Me gustan las mujeres.
-¿A ti te gustan?.- preguntó boquiabierta.
-Bueno no me gustan las mujeres me gusta una, pero no hay posibilidad.- dije bajando la mirada igualmente.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora