Personas susurrando una plática en una de las salas privadas de los juzgados.
En cuanto una pareja decide divorciarse al una de ambas partes no querer externar el motivo se manda por separado para hablar con su respectivo abogado. Esas salas suelen tener mucho eco, y pasar por el momento justo suele ser muy doloroso.
-¿Segura que quieres seguir con esto hermanita?.- preguntaba en tono de angustia Karina mientras sostenía la mano de su hermana.- Después de todo estás diciendo que todo acabó entre ajá.- se detuvo antes de terminar esa oración.
-No tengo más que pensar, aunque todo haya acabado.- dejó salir un suspiro.- no podría estar con él sabiendo que no lo amo más...sabiendo que le he sido...
-No digas más.- dijo Karina interrumpiendo.
-En su momento estoy segura fue un acto de amor.
*Narra Mario*
Puedo jurar que todo buen caballero debe saber perder, ¿A qué me refiero?, Pues a qué cuando la mujer amada decide terminar ma relación uno debe aceptarlo y hacerse a un lado para que pueda continuar con su vida, pero también puedo asegurar que, duele en lo más profundo cuando sabes que hay un ladrón que te ha robado tu todo, el amor de tu vida, esa sonrisa que ella dedicaba cada mañana para ti, el brillo en su mirada al despertar, ya no son por ti, ni para ti, sino por él y te hace preguntarte ¿En qué has fallado?, ¿Acaso hizo falta darle más amor?, ¿Todo el amor que juró sentir ya no existe más? Y no puedo preguntarle a la cara todo eso que siento pues ella se niega a aclararme mis dudas.
En el juzgado antes de iniciar el trámite oficial del divorcio, las pocas veces que quería acercarme a hablar con Diana ella me evadía,era como si le hubiera hecho algo, y si era así quería saberlo, solucionarlo, pero ella no me daba ni la mínima posibilidad. El único momento era de camino a la presentación del nuevo sencillo de Ana.
-Diana yo...- comencé para romper el silencio gélido que abundaba en el ambiente.- Quisiera hablar del porqué.
-Ahora no es momento, y menos con la niña presente.- contestó tajantemente.
-Pero es que nunca quieres hablar yo no sé¿Que fue lo que te hice?.- pregunté alterado.
-Ya te dije que ahora no.- dijo mirándome mientras juntaba las cejas, desabrochaba su cinturón y salía del auto hacía el auditorio.
Sentía la necesidad de darle un golpe al volante del auto, pero sabía que no podía precisamente con la niña ahí presente, así que con cuidado cargué a mi hija, y tratándome toda la amargura de mi rostro, entre sonriente para saludar a todos mis compañeros y ponerme a ver los detalles del audio.
-Mario hasta que llegas ¿Cómo andas?.- me saludó de inmediato un amigo mío al verme.
-Llegando ¿Ya todo listo o que?.- saludé de vuelta con una risa para evitar que se notara mi dolor.
-Pues mira ayúdame a desenredar esto.- dijo pasándome un cable.
-¿Me esperas aquí de pie hijita?.- dije a Dianita bajándola de mis brazos.
-Hey ¿Y qué como te fue con lo de tu esposa?.- dijo él susurrando, mirando a nuestro alrededor, ya que nadie sabía más que él que me divorciaría.
-Igual, le he dicho que será con la mejor de las condiciones solo quiero que me diga el porque.
-No pues ya hasta te viste lento carnal.- dijo con un gesto de intriga.
-¿A qué te refieres?.- pregunté mirándolo a los ojos y dejando el cable de lado.
-Cuando una vieja no te quiere decir pero te rechaza pues es porque ya hay alguien más.
“Ya hay alguien más" retumbó por mi mente.
*Narra Ana*
El show iba a comenzar, yo seguía en bata con solo la ropa interior de bajo, maquillada y peinada, pero nadie sabía dónde se había metido Diana Verónica, ¿Y si le había pasado algo? ¿Y si acaso había decidido fugarse con su familia sin decirle adiós?, No no para que pensar en cosas tan alarmistas eso no podía ser posible no no.
Repetía como loca mis pensamientos dando vueltas de un lado a otro por mi camerino con la mano en el mentón y otra en la cintura
“No no no " repetía entre dientes.
De pronto alguien tocó la puerta y sin pensarlo corrí a abrirla dejando una ráfaga de aire tras de mi.
