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¿De qué sirve encontrar guiños de ti en el universo si al final del día no podré decirte que te encontré, cariño?

Ya no me sirve mirar la luna porque sé que en su cuna recordaré esos momentos en tus brazos o, al menos, aquella sonrisa que solo era mía.

No sirve mirar el cielo nocturno debido a que el negro de tu cabello no estará fusionándose con él.

Las estrellas ahora se burlan de mí, porque perdí el fuego de tu mirada cuando intenté asesinar tu corazón y terminé enterrando el mío. Porque ellas brillan mientras yo me escondo en la oscuridad de mi cuarto buscando rincones donde no esté tu recuerdo.

Sal de mi mundo.

Deja de arraigarte en un corazón que no puede soportar el tener que arrancarte vez tras vez.

Devuelve mis sonrisas pegadas a tus libros y envenename con tus químicos después.

No me trates bien ni por cortesía, detestame como yo necesito que me detesten. Ódiame porque no puedo soportar que aún crees que algo de bueno tengo cuando solo sé destruir(me).

Sigue alejándote. No vengas a buscarme.

No vengas a mirarme porque me hallaré a tu lado, y sabes que temo caer en la realidad de que tú tienes mis fragmentos.

No intentes cuidar de mi corazón, porque no puedo soportar querer ser tu hogar cuando debo irme

cada noche

 un poco

 mas.

He perdido mis colores al esconderme y rehuir de los tuyos, las voces en la ciudad insisten en llamarlo "error", pero, amor, prefiero llamarlo "pequeño sacrificio a todos esos errores que a la tumba no me lograron llevar".

He perdido mis colores en el monocroma de mis errores con la esperanza de encontrarlos en mis falsos intentos de vivir.

365Donde viven las historias. Descúbrelo ahora