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37.

Pequeñas manchas tornasol quedaron en su campo de visión mientras por fin toda su energía llegaba a la tierra.

La teletransportación desde el otro lado del universo había sido muy cansada para ella, pero aún así ahí estaba, en medio del bosque, buscando en su Red Universal todos los planos que había hecho su especie de aquel planeta.

En la pantalla de su retina se veían miles de símbolos que indicaban el estado en el que se encontraba su materia.

Después de un momento se dio cuenta de que había caído en el planeta de al lado de su verdadero destino.

Maldijo en su idioma, pero si ella definitivamente no podía tener ni la más mínima suerte...

De pronto escuchó un gran ruido provenir del cielo, un sonido que atravesó su cuerpo y le envió escalofríos a sus 7 brazos.

A lo lejos vio a un ser pequeño y plumado alejarse rápidamente de las manchas grises del cielo.

Modificó su figura hasta parecerse al del pequeño ente y se quedó a vivir en ese planeta un rato, a ver qué descubría de ese nuevo hogar.