Maldito endriago que habita en mí.
Maldita voz venenosa que corrompe mi mente y se alimenta de cada sombra que llena mi visión.Harta de habitar un cuerpo que me causa repulsión, una casa que se siente ajena, unas ruinas llenas de fantasmas que gritan por el derrumbe de lo que queda de este edificio destruido.
¿Qué más da si caigo?, ¿A quién le importaría si un día ya no estoy?
No sé qué duele más, si la certeza de que el mundo seguiría sin mí o la seguridad de que aún hay aquellos quienes sus relojes detendrían si un día el colibrí en mi pecho se cansa y deja de aletear.
Solo soy una tumba de tiempo que se cansa, un minutero que agota su energía, un viajero que se pierde aún con el mapa en su mano.
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RandomGusanos que comen estrellas, ángeles que se disfrazan de demonios por miedo, mundos alternos, otoños que extrañan, primaveras que recuerdan, un par de canciones y más divagues en esta recopilación de relatos y poemas míos. Pasa y lee, no te arrepent...