Él calla, yo también.
El silencio se extiende entre nosotros, llegando hasta el bosque. Una luciérnaga juega en el aire, sus luz parpadea, palpita... vuela hacia el cielo, se camuflajea con las estrellas, nos observa.
Los grillos tocan sus violines, la luna estira sus brazos de luz e ilumina nuestras miradas.
Las palabras se atoran en mi garganta, el silencio me envuelve y amordaza mis palabras.
Sólo lo miro y él me devuelve la mirada, con observarnos nos basta para ser felices, sólo eso es suficiente.
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RandomGusanos que comen estrellas, ángeles que se disfrazan de demonios por miedo, mundos alternos, otoños que extrañan, primaveras que recuerdan, un par de canciones y más divagues en esta recopilación de relatos y poemas míos. Pasa y lee, no te arrepent...