Prueba 1 y 2

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Pov: Im Nayeon.

Luego de haber conseguido que Mina se avergonzara al punto de ser incapaz de poder decirme algo, tomé la decisión de simplemente dejarla en paz y disfrutar del recuerdo de sus reacciones. Rápidamente el silencio se sumergió entre nosotras, pero era algo que ambas ya estábamos prácticamente acostumbradas de tener, así que ni ella, mucho menos yo, tuvo la intención de tratar de rellenar la comodidad que nos envolvía. Durante nuestro camino hacia el carruaje no hubo mayores inconvenientes, a cada pocos minutos deslizaba mi mirada hacia su perfil notando la expresión seria que mantuvo en todo ese momento. A pesar de la seriedad en ella, sus mejillas estaban en gran parte enrojecidas ante la vergüenza; sus cejas juntas y la quijada perfectamente apretada daban la sensación de malestar, pero aun así, sostenía cálidamente de mi mano demostrando que sus acciones no concordaban para nada con lo que sus facciones estaban dejando ver.  No tardamos nada en llegar a nuestro destino, en realidad, había tan poca distancia entre el carruaje y la entrada de la academia que Mina no había tenido el tiempo suficiente para poder calmar su vergüenza, así que los caballeros pudieron notar como ella hacia todo lo posible por no prestarles atención. Ninguno de los chicos hizo preguntas al respecto de la verdadera razón del por qué su comandante estaba sonrojada, aunque claro, no podía afirmar que ninguno de ellos habia tenido la intención de hacerlo, ya que velozmente sir Hyeon entreabrió sus labios en un vano intento por tratar de bromar con respecto al calor envuelto en las mejillas de mi prometida, pero antes de siquiera tener tiempo de poder formular su sugerencia el resto de los guardias lo mandaron a callar, así que tanto yo como Mina fuimos capaces de subir al carruaje sin mayores inconvenientes. 

Si debía ser completamente sincera, me hubiese gustado probar la comida tradicional de esta cuidad junto a mi prometida, tenia el deseo oculto de querer ver sus reacciones; si podía ponerse tan nerviosa con solo un comentario de mi parte no me podía llegar a imaginar como actuaría cuando probara algo delicioso, pero era consciente de que en estos momentos mi tiempo era valioso así que no me quedó de otra más que pedirle a Mina que me llevara directamente al lugar donde nos íbamos a estar hospedando. Ella no mostro signos de irritación, en realidad, parecía aburrida, pero en verdad, no podría afirmar que lo estuviese ya que la mayoría del tiempo si no estaba sonrojada estaba con esa expresión aburrida casi inexpresiva. Mi acompañante con calma se giró y tocó con sus dedos el cristal logrando llamar la atención de sir Jackson quién iba arriba de su caballo prácticamente apegado al carruaje. Ella le comentó la decisión de ir directamente a la posada, y él aceptó sin cuestionar su decisión. Me preocupaba que los chicos no hubiese comido, pero ante la tranquilidad con la que Mina había comenzado a hojear los libros que había traído conmigo asumí que ya habían probado bocado. El viaje fue rápido y tan silencioso como de costumbre. Me mantuve observándola, sorprendida mas que nada de notar lo sumergida que estaba leyendo; en verdad, no esperaba que estuviese interesada en los libros, a pesar de que sabía que no era la Mina que yo conocía, cuando estuve presente jamás mostró indicios de interesarles los libros, así que asumí que solo le importaba luchar y aprender el manejo de la espada, pero al parecer me habia nuevamente equivocado. 

Al llegar a la posada fui directamente a la habitación escoltada por Mina y sir Felix, sin antes escuchar como mi prometida les daba el resto del día libre a los demás caballeros indicando que no saldría de la habitación porque tenía que ponerse al día conmigo. En un principio no me importó escuchar el hecho de que se iba a quedar junto a mi: gran parte de mis pensamientos anhelaban silenciosamente eso, pero Hyeon rápidamente se hizo de notar con esa pregunta que heló mi sangre; "¿Va traer herederos y no me va a invitar?", no sé realmente cual era la necesidad de ese idiota de hacer comentarios que no corresponde, en momentos completamente inoportunos. Como era de esperarse Mina se sonrojó mientras que el resto de los caballeros se encargaban de hacer, como siempre, una ronda de golpes que lo hiciesen entrar de una buena vez en razón, pero no parecía tener efectos en Hyeon quién alegaba solo estar preguntando por mera curiosidad. Desde ese momento, luego de notar como el chico era arrastrado hacia la salida, no pude sacarme de la cabeza la posibilidad de que Mina quisiera consumar nuestra extraña relación antes del matrimonio. Mina y Sir Felix caminaron por delante de mi, a pesar de que mi prometida habia insistido en estar a mi lado, sinceramente en estos momentos no puedo estar cerca de ella, el pensamiento de que realmente quisiera esa unión me hizo sentir asustada y enferma, pero claro, era consciente que al fin y al cabo seguía siendo mi prometida, y como tal, no sería extraño que quisiera algo más ya que no sería la primera vez que lo exigía, pero yo de verdad que no estaba preparada. 

¿La villana ha cambiado? [I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora