Clases con la Duquesa

1K 154 186
                                    

Pov: Myoui Mina.

Si alguien me hubiese dicho la semana que llegué a este mundo que pasaría voluntariamente un día completo con la princesa definitivamente no le hubiese creído, porque para mi era prácticamente algo surrealista el pasar mi tiempo con su compañía. Sin saber mucho sobre el tema, era consciente que yo no le agradaba, así que no me cabía en la cabeza la posibilidad de que pudiese pasar el día con ella, pero pasó, para mi sorpresa realmente sucedió el estar en compañía de su silenciosa presencia. Luego de mi incómodo encuentro con el joven príncipe me vi en la necesidad de tener que estar junto con mi prometida la mayor parte del día para no levantar sospechas que pudiesen llegar a oídos del futuro heredero; desayunamos en la misma habitación, la verdad es que estábamos tan cerca que podía ver cada detalle de su rostro, aunque claro, como lo único que nos separaba era el ancho de la mesa podía respirar con mayor tranquilidad y eso lo agradecía, porque no estaba mentalmente preparada para estar aún más cerca de su cuerpo. También almorzamos juntas, a pesar de que se notaba que ella no quería hacerlo, tampoco parecía estar dispuesta en dar su verdadera opinión; era consciente que eso era un problema, pero como le había pedido que fuese un poco más egoísta sabía que no debía seguir forzándola con el tema, así que solo esperaría. A pesar de que pasamos mucho tiempo en compañía de la otra, no intercambiamos mayores palabras, quizás máximo diez o tal vez veinte, pero no más que eso, ella se mantuvo serena y en silencio, parecía que realmente no quería hablar conmigo y yo no sabía que más decir que no fuese algo incómodo como una disculpa, así que no dije nada al respecto. 

Agradecía plenamente que ella estuviese colocando de su parte para pasar tiempo conmigo, si hubiese sido al revés, donde yo fuese la persona que tuviese que pasar mi tiempo con el ser que tanto daño me causó, la verdad es que no sé si realmente hubiese sido capaz de aguantar por tanto rato. El simple hecho de ser consciente de lo incómodo y doloroso que debería ser para ella el tener que ver mi rostro, me incomodaba demasiado, pero tampoco habia mucho que yo pudiese hacer al respecto, porque... bueno, técnicamente hablando era cierto que este cuerpo era el responsable del daño emocional que ella padecía, pero la esencia en sí, no era la misma, los recuerdos y emociones no eran lo mismos, así que no había forma de que este cuerpo pudiese disculparse de forma sincera. 

Durante mi tiempo a su lado hice todo lo posible para hacer su incomodidad lo más ligero y llevadero posible, inconscientemente mantuve una distancia apropiada entre su cuerpo y el mío sin que pareciera algo forzado o obligado de mi parte y las veces que hablé fueron solo cuando ella iniciaba la conversación; por algún motivo que conocía, pero que no quería aceptar, me negaba rotundamente en hablar, por temor a que mi tono de voz pudiese causar algún efecto negativo en ella. Tampoco la miré a los ojos, aunque claro, en más de una ocasión ocurrió, pero básicamente porque estábamos comiendo una frente a la otra, así que era inevitable que eso sucediese, pero el resto el tiempo, como se mantuvo a mi lado, solo podía ver su perfil. 

Nos vimos en la obligación de separarnos cuando tuve que ir a mis clases con la Duquesa. Si soy sincera me causaba un poco de nerviosismo el pasar tiempo a solas con la mujer, ya que creo que era la primera vez que tenía que estar solo con ella en una habitación, así que no sabía muy bien cómo debía actuar o que decir. La verdad es que por lo que había visto, ella era mucho más peligrosa que el gran Duque, así que no podía darme el lujo de cagarla y esperar que las cosas se quedaran igual que siempre, aunque claro, tampoco deseaba que por culpa de mi boca impulsiva se creara conflicto innecesarios entre el matrimonio Myoui; por mi, que se mantuvieran unidos y en paz por el resto de sus vidas. Por impulso aferré mis dedos alrededor del libro que Sana me había dejado el día que yo egoístamente la había alejado; la verdad es que tampoco habíamos aclarado ese tema, y sabía que en algún momento tendríamos que hablarlo, pero como siempre, solo estaba huyendo del problema real. 

¿La villana ha cambiado? [I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora