¿La villana ha cambiado? [I]

Dame un nombre

Pov: Myoui Mina.

La chica simplemente se mantuvo en el interior de mis manos presionando sus minúsculos codos sobre el dorso de mi dedo índice, a simple vista parecía estar interesada en mí, pero no respondió a mi pregunta a pesar de que yo habia sido bastante clara con ello. Guardó silencio manteniendo en todo momento sus ojos fijos en mi sereno rostro, ni siquiera se movió, parecía estar hipnotizada por mi mirada mientras que yo era capaz de sentir sus latidos chocando contra mi palma. Esto es incómodo, pensé a la vez que, por mero instinto giraba mi rostro observando como el fuego continuaba consumiendo las ramas. Al notar las llamas no pude evitar pensar en el cabello del espíritu que estaba sosteniendo: ese tono rojizo vivo, idéntico a la sangre, pero con aquel sutil anaranjado rodeando sus puntas haciendo toda la diferencia. 

"Tus ojos no tienen emoción..."

Amplié mis párpados ante la sorpresa que me había causado el escucharla hablar. Con calma giré mi rostro posando momentáneamente mi atención a lo que tenía en mi poder, tratando de comprender a que se debía ese repentino comentario de su parte. Me mantuve en silencio viendo como ella seguía con sus ojos fijos en mi rostro; al parecer, yo le causaba curiosidad.
Si debo ser sincera, no me esperaba escucharla dándome su opinión, ¿Mis ojos no tienen emoción? me cuestioné pensando con seriedad si en algún momento alguien me había dado un comentario parecido al que ella me brindó, mmm, no... la verdad, es que no era capaz de recordarlo. No dije nada al respecto, simplemente me mantuve ahí, quieta con mis ojos fijos en los suyos tratando de entender por qué hizo el comentario a pesar de que yo había preguntado otra cosa. Luego de unos segundos de incómodo silencio volví a girar mi rostro escuchando el crepitó de las ramas siendo lentamente consumidas mientras que era capaz de sentir la forma en que su cuerpo había comenzado a emanar un cálido calor que envolvía por completo mis palmas. 

"La verdad... es que son bastante apáticos"

Si debía ser completamente sincera al respecto, no me interesaba escuchar su opinión con respecto a cómo estaban mis ojos, no tenía ganas ni tiempo para tomarme la molestia en siquiera responder a sus palabras, así que continué en un completo silencio intentando enfocarme plenamente en la suave danza del fuego.
Me mantuve de esa forma durante un rato hasta que el calor que emanaba su delgado y pequeño cuerpo logró quemar mis palmas. De forma impulsiva la solté llevando ambas manos contra mi pecho desnudo mientras que veía de forma atenta como ella simplemente se posaba sobre la piel de mi muslo derecho manteniendo sus brazos cruzados; daba la sensación de estar pensativa. 

—¿A que ha venido eso?—cuestioné irritada notando como ella con tranquilidad llevaba una de sus manos contra su largo cabello dejando este detrás de sus hombros. Sus ojos en todo ese momento estuvieron completamente fijos en mi endurecido rostro. 

"Estaba finalizando nuestro contrato"

—¿Huh? ¿Disculpa?—pregunté con sorpresa observando como ella simplemente me sonreía elevando su pequeña mano para que yo pudiese notar como su piel tenía una mancha negra—...—guardé silencio, incapaz de poder cuestionar el por qué de su decisión con mis ojos fijos en la forma burlesca con la que ella me estaba sonriendo—... ¿Por qué?—cuestioné mientras que miraba mi palma notando los puntitos rojos sobre mi enrojecida piel; a simple vista no había indicio de que haya una marca, pero no me fiaba de ella—¿Por qué carajos hiciste eso?—no pude evitar sonar agresiva a la vez que alzaba mi mirada permitiendo notar como ella daba un paso hacia atrás, sorprendida más que nada de notar mis ojos filosos.

"Morirás si no estas conmigo"

Tuve que morderme la lengua para no aclarar el hecho de que estaba prácticamente acostumbrada a morir o estar al borde de ese resultado. Realmente estaba irritada así que regresé a ese conocido silencio por mi parte mientras que era capaz de sentir como el calor que estuvo primero en mis palmas lentamente se propagó hacia mi estómago, ¿Qué demonios hizo conmigo? me cuestioné llevando una de mis manos contra mi abdomen sintiendo como ese calor traspasaba mi piel hasta llegar a mi sensible palma.