Dedicado a SkyHerondaleFell28
Los rayos de la mañana acariciaron el rostro del príncipe Crowley, en un principio, estaba algo confundido y cansado, pero a la vez se sentía tan relajado, hasta que se dio cuenta que estaba desnudo y a su lado dormía un precioso ángel de piel blanca.
Lo acarició mientras lo miraba con cariño. Por fin había sucedido, se habían unido en cuerpo y alma aquella noche, fue especial.
Miró la marca en su hombro, no era la marca de apareamiento, pero fue suficiente para saciar a su Alfa interior.
Los preciosos ojos azules de Aziraphale se asomaron poco a poco cuando este comenzó a despertar y le sonrió.
-Buenos días querido.-
Se dieron un beso de buenos días, que fue escalando de nivel, hasta juntar nuevamente sus cuerpos y rozar sus partes íntimas. Aziraphale rio cuando las manos de Crowley ahuecaron su trasero.
- Querido ¿No tuviste suficiente anoche?- Se rió Aziraphale.
-Creo que contigo nunca será suficiente.- Dijo mientras apretaba aun más una de sus redondas mejillas traseras.
-Me encantaría pero... creo que estoy algo cansado, me encantó, claro pero, fue abrumador.- Se sonrojó y desvió la mirada, aunque seguía sonriendo.- Pero puede que esta noche este disponible.-
-Pequeño bastardo.-
Pícaramente, Crowley se deslizó por debajo de las cobijas, ante la mirada confusa de Aziraphale, cuando sintió que su miembro era succionado y masajeado por la hábil lengua de su esposo.
-¡Oh, Dioses!-
Se retorció ante la nueva y desconocida sensación, era un hormigueo qué iba desde sus geniales hasta su vientre. Era tal, que sintió las manos de Crowley tomar con mano de hierro sus piernas para mantenerlas quietas, pudiendo solo mover por instinto sus caderas hacia arriba, cosa que solo pareció incitar a su esposo a succionar y darle aun más placer, así como gemir, haciendo que las vibraciones estimularan aún mas su miembro. Sentía la cara aún más caliente que la noche anterior, seguramente su sonrojo era diez veces más fuerte.
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Mi Destino [Ineffable Husbands]
Fanfiction🔞 ⚠️ Lectura +18 ⚠️ --------------------------- El destino siempre parece querer jugar con nosotros. Con situaciones caóticas o estables. Anthony Crowley y Aziraphale lo averiguaran cuando sus destinos tienen que sellarse para detener una guerra, d...