𝔓𝔢𝔫𝔡𝔢𝔯 𝔡𝔢 𝔲𝔫 ℌ𝔦𝔩𝔬

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Montado en cólera, el Rey Lucifer arrugo en puño la carta que tenia en sus manos y la arrojo con furia a su escritorio, llevándose consigo varios libros por la fuerza empleada

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Montado en cólera, el Rey Lucifer arrugo en puño la carta que tenia en sus manos y la arrojo con furia a su escritorio, llevándose consigo varios libros por la fuerza empleada. Era inaudito, imperdonable. Si el reino de Caelum era incapaz de mantener a salvo a su hijo, entonces el no tendría porque mantener a salvo al reino con ese matrimonio.

Podían estar desesperados, pero no tan desesperados. En la ausencia de su hijo, había hecho trato con grandes señores que les gustaría tener el favor del rey, incluso si eran de reinos extranjeros. Caelum era su alianza mas poderosa, pero debía distribuir bien los pilares, un ejemplo de ello, era la situación.

No le importaba que el rey Elohim hubiera asegurado que su hijo estaba vivo, pues había estado demasiado cerca de no no estarlo. Estaba furioso no solo por que era su heredero, caso aparte, Bea era una digna sucesora, estaba hablando como padre. Nunca tuvo problemas en dividir sus deberes entre padre y rey hacia el trato que tenía con Anthony, sin embargo, aquí se enlazaban ambos casos.

Luego la carta de Hastur no fue mucho mejor, exponiendo que Caelum arriesgaba a toda la familia real a la intemperie, la poca seguridad que se tenía a pesar de ser una ciudad amurallada y el hecho de que el Capitán de la Guardia Real no haya encontrado ni un sospechoso.

Y por si fuera poco, sería muy peligroso trasladar a su hijo de regreso, pues debido a la naturaleza de la herida y de los rebeldes acechando, no podía darse el lujo de arriesgar su vida cuando había tenido tanta suerte.

Justo en eso entró Bea, olvidándose de tocar la puerta. Su padre estaba a punto de llamarle la atención por eso cuando pregunto:

-¿Es cierto lo que le paso a mi hermano?- Su mirada denotaba preocupación y lágrimas reprimidas (Bea no había derramado una lágrima desde los doce años) que no tuvo el valor de recriminarle nada.

Con una sola mirada le dijo todo.

-Parece que las noticias vuelan. Juro que cuando se libre de esto, mi hijo no volverá a poner un pie en ese reino de estirados.-

Bea abrazo a su padre sin pensarlo dos veces, que su padre correspondió.

-Llego una carta para ti.- Dijo ella.

-Creo que hoy he recibido muchas cartas.- Respondió este, harto de las supuestas condolencias de algunos.

-Es de Anthony.- 

Ahora si llamo su atención, tomo rápidamente el sobre que ella le extendía. Reconocía de inmediato que no era su caligrafía, pero el remitente estaba muy claro, además del destinatario.

-El repartidor tenía instrucciones especificas de entregarla a mi, aunque va dirigida a ti.-

Tomo sin perder tiempo el abre cartas, desesperado por lo que la supuesta carta de su hijo tenía que decirle:

Mi Destino  [Ineffable Husbands]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora