Mi Destino [Ineffable Husbands]

𝔑𝔲𝔟𝔢𝔰 𝔑𝔢𝔤𝔯𝔞𝔰

 Capitulo dedicado a Peticua_de_oro 💜

 Desafortunadamente, después de su breve encuentro en la biblioteca, los jóvenes príncipes no pudieron interactuar de nuevo, salvo por la corta y formal despedida en la mañana de la partida de los invitados de Infernum.

De vuelta en su reino, de vuelta en casa. Habían sido unos días muy locos y todo lo que quería era descansar. Fue recibido en la entrada del castillo por su madre y su hermana. Y Lord Ligur, quien era el amante no tan discreto de Hastur

-Hola, cariño ¿Qué tal el baile?- Pregunto la reina Chloe una vez su marido se bajo del auto.

-Bastante loco. No me creerías aunque te lo dijera.- Respondió el rey Lucifer mientras se aproximaba a su esposa y le daba un beso. Nunca se avergonzó de mostrar afecto en público a la reina.

-Solo lo haré considerando que nunca me has mentido, esposo.- Su gesto de arquear una ceja y torcer una sonrisa, no hizo mas que avivar el buen humor del rey.

-Y creó que también querrás escuchar la versión de Anthony.- Respondió mientras hacía un además a su hijo.

-¿Qué hiciste ahora, hermano?- Pregunto Bea con descaro, de manera similar a su madre.

- Siempre es porque tengo que causar algo ¿No?- Respondió sarcástico.

-Considerando que eres hijo de tu padre, si. No me cabe la menor duda.- Reprendió su madre a modo de broma. Anthony solo suspiro.

-Te contaré todo madre, por ahora necesito ir a mis habitaciones, estoy algo cansado por... muchas cosas.- Hizo una respetuosa reverencia a sus padres y se fue, aunque perseguido por Bea por los pasillos con tenue iluminación, gracias a que las paredes eran de colores terrosos, a diferencia de las inmaculadas de Caelum.

-Ya dime hermano ¿En que problema te metiste a hora?- Dijo mientras tenía que sujetar sus faldas al ver lo rápido que su hermano caminaba.- Anda dime, si no me lo dices tu, me lo dirá nuestro padre. No huyas cobarde.-

El pobre príncipe bufó ante el carácter insistente de su hermana.

-Salvé al príncipe sin saber que era el príncipe.- Espetó, haciendo que Bea casi se tropiece de la sorpresa y perdiera ese porte sarcástico.

-¡¿Tu queeeee?!-