Mas Allá De Mis Ojos

ENSEÑAME

-ALICE

Capitulo 30

Un mes después...

—¿Cómo que no piensas ir?, ¿Estas loca o que?.

Jessica estaba sentada junto a mi cama mientras yo acomodaba algunos libros en mi despensa, había pasado ya un mes, estábamos a finales de enero y era más caótico porque la entrega del proyecto se acercaba, sin embargo, no hacía nada más que estar en casa, Luke me visitaba a diario al igual que Evan, también veía a Ethan cuando venía a ver a Jessie, y Nate...bueno, no lo veía desde que Jessie salió del hospital, y tampoco había vuelto a contactarse conmigo, por esa razón Jessica sentada en mi cama, me insistía en ir a una fiesta con ella a la que a mí también me habían invitado hace dos días.

Por cierto, Jessica ya estaba mucho mejor, hasta le habían quitado el cabestrillo, y Luke igual, ya había cicatrizado su herida.

—Porque simplemente no quiero ir, Jessica.—resople.

—Pero...te invitaron, tenemos derecho a divertirnos.

—Tengo derecho a quedarme en el sofá de mi departamento viendo una maratón de Garfield hasta quedarme sin helado, eso suena más divertido.

Ella pone una mueca.

—Eso suena aburrido.

Al final voltea los ojos y se va de mi habitación a regañadientes.

Mejor así, ya tendría tiempo para pensar en eso luego, y no porque no quisiera ir, quería divertirme pero había un pequeño problema.

O bueno.

Uno enorme.

La fiesta era de la pelirroja venenosa.

************

Eran las cuatro de la tarde y mi estómago rugía en busca de comida.

Me asome por la ventana y note la nieve espesa sobre los arbustos, carros, y techos, a excepción de los carriles, al parecer había nevado toda la noche, y el clima solo me obligaba a no salir de casa por toda la eternidad.

Me fui al sofá y me deje caer en el para ver la televisión.

Jessica se encontraba arreglándose en su habitación porqué saldría a cenar con Ethan, justo después de unos minutos escuché un grito proveniente de su habitación.

—¡Alice!, ¿Podrías...?.

Habían llamado a la puerta.

—¡Yo voy!—respondi con fastidió.

Me levanté y camine bostezando hacia la puerta, cuando abrí Ethan se encontraba del otro lado con una bolsa beige en una mano y en la otra un hermoso ramos de flores.

No me sorprendía.

Aveces iba a la puerta y llegaban envíos de flores, todos a nombre de Jessica, cualquier día de la semana, no necesariamente un día especial, si, ese era el estilo de Ethan, demostrarle a Jessica todos los días de su vida cuanto la quería.