-ALICE
Capitulo 34
—¡Señorita Dancóva!, Que sorpresa, ha llegado temprano está semana.—menciono el profesor Roger cuando aparecí en la puerta.
—Me siento mucho mejor.—respondí junto a una sonrisa.
Y era cierto, desde que fuimos por los helados el fin de semana, había pasado algo de tiempo con Nate, solo un par de días en los que iba al departamento junto a Ethan, hablábamos todos juntos, o bueno, Jessie y Ethan hablaban mientras Nate se disponía a mirarme como si fuera lo único que tuviera frente a él.
Todo había ido bien, hasta ese día.
Entre cuando el profesor se hizo a un lado para que pasara y entonces cuando lo hice lo vi.
Evan estaba sentado en su lugar mientras miraba un libro de medicina, ni siquiera levantó la mirada cuando me acerque a el, entonces hice un sonido con la garganta.
—Ya se que estás aquí—dijo, su voz sonaba diferente, no parecía dulce, al contrario, era más agria que un limón.
—¿Donde has estado?.—cuestione en el mismo tono.
—No es tu asunto.
Okey, ¿Que le ocurre?.
—Evan...
—La clase va a empezar, Alice, Y tengo que ponerme al día asi que te voy a pedir que me dejes en paz.
Pestañe un par de veces antes de fruncir el ceño e irme a mi lugar, la clase transcurrió lenta y Evan ni siquiera hacia un ademán de voltear a mirarme, me ignoro lo mejor que pudo, solo hasta que sonó el timbre de salida me apresure a tomar mis cosas porque sabía que iba a tratar de evitarme como lo había estado haciendo hasta ahora, logré alcanzarlo por el pasillo.
—¡Hey! ¡Evan!—corri un poco más rápido sosteniendo mi mochila, algunos libros cayeron al suelo y me detuve a recogerlos, el ya había cruzado la puerta de salida así que me apresure lo más que pude—¡Evan! ¡Espérame!.
Entonces se dio vuelta junto a su auto.
—¿Que?.
—La clase ya termino, ¿Ya podemos hablar?.—dije junto a una sonrisa.
—No.
—¿No?, ¿Por qué no?.
—Porque no deseo hablar contigo.—zanjo.
—Pe..pero hace mucho que no te veo.—murmure, ya comenzaba a sentirme mal otra vez.
—Lastima que haya tenido que venir por el proyecto.
Okey eso dolió.
Lo mire directamente y el a mi, luego me dio la espalda y antes de que entrara a su auto murmuré.
—Te he extrañado mucho.—entonces se detuvo y bajo un poco la cabeza, volteo hacia mi y me dio una mirada triste.
—Yo tambien.
Camine hacia el pero me detuvo al instante.
—No. Vete.
—¿Que?.
—Que te alejes de mi Alice, no...solo no me busques.
Y entonces lo tome del brazo, sentí que se tensó al momento.
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Mas Allá De Mis Ojos
Roman d'amourDespués de esa noche muchas cosas habían cambiado dentro de mi, me volvieron débil, pero estaba dispuesta a protegerme de cualquier sentimiento que pudiera arruinarme nuevamente. Ahora una bestia amenaza con tocar mi corazón y dice que la mirada es...