25 🔥

864 39 72
                                    

2MejoresAmigosX1Cama = ¿Pijamada?

— Soobin-ah. — lo llamó Yeonjun, sus pequeños orbes brillando con duda como pocas veces lo hacían. El mencionado le hizo un sonido afirmativo mientras rodeaba la cama para hacer quién sabe qué con uno de los millones de cables que colgaban de su computadora, la que aún reposaba sobre su escritorio, pero pronto pondrían para mirar una película los dos juntos.

El pelinegro extendió su mano hasta tomar una de sus muñecas, deteniéndolo y logrando finalmente que lo mirara. Durante unos segundos pudo ver el desconcierto reflejado en su expresión, pero no permitió que aquello le molestara al entrelazar sus manos. No quería seguir sintiéndose así, débil y a la deriva, así que iba a tomar cartas en el asunto.

— Vení. — le pidió, tirando un poco en su dirección para luego soltarlo. Esperaba que Soobin le cuestionara al respecto, pero sólo le devolvió una sonrisa con sus labios apretados antes de subir suavemente a la cama con él. Yeonjun no supo que clase de seña le hizo luego de eso, pero el menor entendió y pronto lo tenía sentado entre sus piernas. — Yo... — empezó, pero se dio cuenta que no sabía qué decirle.

¿Le iba a hablar de sus inseguridades tontas con respecto a la continuidad de la relación que tenían cuando al otro menos de una hora antes casi le da un ataque porque pensó que era gay? No, imposible, no le haría eso. Pero no podía no querer solucionarlo de alguna manera, de obtener mínimamente un atisbo de respuesta, así que no podía dejarlo ir. No podía contenerse más, quería al menos abrazarlo por el resto de la noche, y que nada más que ellos existiera.

Soobin iba a preguntarle qué le sucedía, porque podía ver que algo estaba pasando con su mejor amigo, pero decidió mantenerse en silencio. Incluso cuando las cosas resultaban así, en donde su el pelinegro parecía estar en conflicto, él optaba por darle su tiempo para que pensara y pudiera encontrar sus palabras, pero en ese momento hasta él mismo las había perdido. Tal vez había pasado demasiado tiempo en sus propios pensamientos, porque no tenía ni la menor idea de qué podía ser lo que estuviera sucediendo entre ellos dos.

Yeonjun, luego de algunos segundos más de devanarse los sesos, se rindió, haciendo una mueca frustrada para simplemente limitarse a mirarlo. El pelirrojo también lo veía, y así se quedaron durante un rato. Ninguno de los dos sabía qué era lo que otro pensaba, y probablemente ni lo que ellos mismos lo hacían del todo, pero fue instintivo y natural el que sus caras poco a poco comenzaran a acercarse, por milésima vez en el tiempo que llevaban juntos.

El mayor ya se había cansado de contenerse, de detener avances que surgían naturalmente entre ellos. Sus bocas se estaban pidiendo a gritos, así que ¿por qué habrían de evitar que se encuentren? Con sus labios muy cerca de los del contrario, aunque menos de lo que le gustaría, decidió que ya había sido suficiente. Así que mantuvo el aire en sus pulmones para preguntar con duda;

— ¿Puedo besarte? — y no lo soltó hasta que vio el asentimiento de Soobin por respuesta, sintiéndose finalmente libre de aquel peso horrible que llevaba cargando en sus hombros.

Mantuvieron sus manos fuera de sus cuerpos aún incluso cuando estaban completamente inclinados sobre el otro, llegando al punto en el que cerraron sus ojos y lentamente se hicieron camino a ciegas hasta los labios ajenos. Segundos, si es que no había sido tan sólo uno, en donde sus respiraciones se cortaron por la anticipación, la de haber deseado demasiado algo sin poder tenerlo por lo que para ellos fue una eternidad, hasta que finalmente entraron en contacto.

Y fue estúpido que fuegos artificiales explotaran detrás de los párpados de Soobin y en el estómago de Yeonjun, realmente lo fue, porque ya se habían besado muchas veces antes, así que no había razón alguna para que algo como eso se sintiera así de bien. No había razón para ello, pero eso no impedía que estuviera sucediendo, porque los labios del pelirrojo se sentían tan suaves y libres entre los del mayor, maleados por su propia forma para que encajaran perfectamente con cada pequeño mordisco que se daban con ellos.

pienso en vos ¦ yeonbin •°∘ ✧ ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora