ADVERTENCIA:
Mención explícita y gráfica de sangre.
Lenguaje fuerte.No se asusten, es porque hay temática de vampiros y hombres lobos :)
De todos modos el especial es totalmente hardcore, lean bajo su propio riesgo.!
can't see
Inhala, exhala.
Inhala, exhala.Los minutos pasaban en silencio mientras él se concentraba en sus propias respiraciones para mantenerse cuerdo.
Lo único que sus ojos podían ver era un negro de lo más absoluto, detrás de sus párpados que habían sido fuertemente sellados por la venda encima de ellos. Sus manos estaban restringidas por una cuerda, manteniéndolas detrás del respaldar de la silla en la que se encontraba sentado, y en ambas patas delanteras sus piernas habían sido amarradas. Lo único libre era su boca, pero no había uso alguno para ella, rogar no le serviría de nada; él mismo se había puesto en esa situación.
Se removió inquieto en su lugar, la piel desnuda de sus muslos pegándose incómodamente contra el material plástico del asiento, pero no tenía escapatoria. Se sintió sólo y eso lo dejó al borde del llanto, porque estaba desnudo y desprotegido, y no sabía en dónde se encontraban los ojos de su acompañante.
¿Se estaba comportando bien? ¿Lucía decente? ¿Estaba cumpliendo con su rol adecuadamente?
Luego de larguísimos segundos finalmente sintió la cercanía de otra persona, dejando escapar un suspiro tembloroso al hacerlo. Una mano comenzó a subir por su pierna con suma delicadeza, hasta que llegó a la parte superior de ella. Allí tiró de la piel del interior de su muslo con mucha fuerza, como si intentara hacerse espacio entre ellas, para luego soltarla.
Él obedeció aún si eso lo hacía sentir aún más expuesto, separando sus rodillas lo máximo que las cuerdas que subían hasta la mitad de sus canillas se lo permitían. Ahogó un gemido alto que alcanzó a llegar a su nariz cuando un punzar agudo recorrió su cuerpo, comenzando desde la parte suave del interior de los músculos de sus piernas.
Otro más llegó sobre el mismo lugar, a la vez que la persona que rompía su piel con sus dientes jadeaba hambrienta contra ella, sin que él pudiera hacer nada al respecto. Oh, qué bien se sentía; su cabeza latió al igual que su herida. La sensación era tan fuerte que era imposible de ignorar, toda su existencia reduciéndose a ese simple acto de dolor en su forma más pura.
Y, a decir verdad, eso le encantaba. El suplicio había enviado una punzada hasta su entrepierna, lo que le provocó querer esconderse, pero a eso se le sumaba la sensación cosquilleante que estaba empezando esparcirse desde la herida. Podía también sentir las fuertes succiones que los labios carnosos daban sobre su piel para intentar drenar su sangre con mayor caudal, lo que tenía su cabeza girando.
Se sentía febril, débil, y totalmente en peligro. Y estaba disfrutando de sufrir así.
— Soobin. — susurró, encogiéndose en su asiento cuando el mencionado dejó su primera mordida para hacer una nueva en su otra pierna. — Por favor... — rogó por algo que aún no había definido muy bien en su mente, pero que quería, jadeando ante esa idea tan vaga.
— ¿Quién te dijo que estás en posición de pedir nada? — lo cortó seco el menor, dejando inmediatamente de succionar su sangre y quitándole su cercanía.
Sin embargo el veneno de sus afilados colmillos ya había ingresado a su torrente sanguíneo, por lo que el deseo incontrolable lo quemaba desde adentro. Lloriqueó, sin saber qué hacer o cómo aliviar esa sensación que desconocía por completo. Se sentía como si hubiera ingerido uno de los afrodisíacos más fuertes existentes, todo en su interior rogándole por placer.
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pienso en vos ¦ yeonbin •°∘ ✧ ·
Fiksi PenggemarPorque, ¿quién no se tocó pensando en su amistad más cercana alguna vez en la vida? Soobin definitivamente lo había hecho. Y eso le parecía de lo más normal, hasta que aquel secreto decidió escapar de sus labios. ¿Lo peor de todo? Que se lo dijo al...