pienso en vos ¦ yeonbin •°∘ ✧ ·

36 🔥

¡Alto ahí!

Este capítulo es la continuación del 35. En la última actualización que hice antes de devolver la historia a borradores el capítulo 35 se encontraba incompleto, así que si lees este sin haber terminado aquel vas a sentir que algo te falta. Te recomiendo volver deslizar hacia arriba, ya que ahora sí está completo <3

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¿Eh? ¿Ya volviste? Qué rápido. Bueno, última recomendación. La canción adjuntada arriba es para dar contexto, así que sería mejor que la escuches una vez termines el capítulo. Hacerlo antes puede que te arruine el mood, siendo que este es un capítulo... Ehem, you know.. ❤️‍🔥

Ahora sí, sin más dilación...

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Citas para nada heterosexuales (parte final).

Yeonjun estaba pensando en maneras creativas para llegar a su próximo orgasmo, su erección aún dura y palpitante entorpeciendo su mente en el proceso. Y aunque Soobin parecía completamente destrozado luego de haber llegado al suyo por segunda vez, una sonrisa no tardó en aparecer en sus labios, mueca que el mayor falló en captar al estar concentrado en el techo de la habitación.

Acostados boca arriba, lado a lado, Yeonjun se rindió en su tarea y volteó para besarlo con mucho cuidado, saboreándolo a pesar de tener asuntos más urgentes que resolver con su cuerpo. Pero realmente aquello no le importaba demasiado, el tener la boca de Soobin sobre la suya mientras acariciaba sus cabellos y su cuerpo completamente rendido después de haberse esforzado era más que suficiente para él. Y fue tal vez por el cansancio extremo que podía notar en cada respiración que el pelirrojo tomaba que jamás esperó escuchar lo que soltó al separarse de él;

— Tu turno, hyung. — le dijo, lo que lo dejó completamente descolocado. Yeonjun no entendía cómo Soobin podía pedirle algo así cuando ni siquiera podía rotar su cuerpo sobre la cama por sí mismo.

— Puedo montarte, todavía tengo energías. — ofreció él entonces en cambio, dejando su lugar en ella para poder subirse sobre su cuerpo.

— No, quiero tenerte adentro. — pidió el menor con un lloriqueo, empujándolo para devolverlo a su lugar. Abrió sus piernas y cuando Yeonjun cayó entre ellas las envolvió alrededor de su cintura, mirándolo con su boca en un puchero que pedía por él.

— ¿Te preparaste? — consultó el mayor, estirando una de sus manos hasta la mesa de luz que tenía la canastita con lubricantes y preservativos en ella. Si la respuesta era una negativa él no iba a permitir que Soobin hiciera de bottom esa noche, porque estaban los dos demasiado agotados como para pasar por el proceso de prepararlo correctamente, y no iba a volver a cometer el error de hacerlo a medias con él. 

— Sabés que sí, estoy siempre listo si sé que voy a verte. — rio el pelirrojo, mordisqueando el hueso de su mandíbula juguetonamente. Y eso fue suficiente para que Yeonjun sintiera que su erección se endurecía aún más, recibiendo aquel cumplido con un escalofrío. Decidió entonces aceptar la situación, aunque no sin antes volver a relajar y calentar el cuerpo del menor pacientemente con sus dedos.

No habían pasado más que algunos minutos cuando Soobin dejó salir un quejido, presionando su abdomen con una mano. Mientras esperaba por Yeonjun, que al haber terminado con su tarea de estirarlo se estaba preparando al ponerse un condón y lubricante, un dolor extraño se esparció en su interior, como si algo hubiera puesto peso sobre sus órganos internos. Aquello había arrancado como una sensación cosquilleante que le resultó graciosa, pero que rápidamente se convirtió en esa molestia aguda que no cesaba ni un poco.