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2MejoresAmigosX1Cama = ¿Pijamada? (parte dos).

— Hyung... — lo llamó Soobin, besando su barbilla mientras el mencionado apenas suspiraba al sentir su entrepierna hacer su mejor esfuerzo para intentar volver a la acción. El cosquilleo del calor del cuerpo de su mejor amigo sobre el suyo era aún más fuerte en su corazón que en ella, y eso se le hacía sumamente satisfactorio.

— ¿Qué pasa, lindo? — respondió, devolviéndole el gesto por sus mejillas y frente, acariciando su pelo con pereza.

— Me prometiste que íbamos a ver una película. — dijo el pelirrojo, levantándose un poquito para mirarlo con un puchero. 

Tan pronto como su excitación bajó un poco y su cerebro recuperó algo de su cordura, lo que acababa de hacer con su mejor amigo tomó forma, y se dio cuenta de que había roto su resolución. ¿Le importaba? A decir verdad, no. ¿Se arrepentía? En lo absoluto. Pero sí sentía que no quería dejar ir esa noche sólo en sexo y quedarse con el sabor amargo de no haber pasado suficiente "tiempo de calidad" (o lo que él consideraba como tal) con Yeonjun.

— Todavía podemos verla. — habló el pelinegro luego de unos cuantos segundos, en donde se limitó a pensar con pesar que no quería que todo se terminara ahí. No tenía sentido negárselo a sí mismo, todavía no sentía que había tenido suficiente de Soobin, por lo que su instinto inmediato fue el debatirse si debía convencerlo de seguir, o rendirse y volver al curso de lo que tenían planeado para esa noche. 

Pero, ¿y si no necesitaban renunciar a una cosa para tener la otra? ¿Y si... hacían las dos a la vez?

La idea que repentinamente se había formado en el cerebro de Yeonjun lo tuvo soltando leves suspiros con cada exhalación, sonriendo de costado al estar totalmente satisfecho consigo mismo. Y esa sonrisa se estiró aún más cuando vio la expresión del menor entristecerse, claramente sin entender lo que realmente le estaba proponiendo.

— Pero... — empezó Soobin, bajando su mirada a donde sus cuerpos se tocaban. 

Sí, él había sido quien sacó el tema en primer lugar, de eso estaba consciente. Por eso cuando cayó en la cuenta de lo que había pedido se quiso cachetear a sí mismo, porque lo cierto era que su cuerpo no estaba para nada de acuerdo con su cerebro, él sí quería derrochar toda la noche en hacerlo con Yeonjun.

— Buscá la computadora. — le ordenó, dejando un último beso sobre su mejilla que se abultaba con desilusión. Y durante unos segundos se entretuvo con los orbes del menor que reflejaban pura confusión, su mirada preguntándole qué era lo que se suponía que estaba sucediendo, porque parecía demasiado lejos de captarlo. — ¿No querías ver la película?

— Sí, pero no quiero... — dijo Soobin, dejando el resto de la frase al aire y volviendo a mirar hacia abajo.

— No me entendiste. — señaló el mayor, su sonrisa pícara dándole pistas al pelirrojo sobre sus intenciones. — Buscá la computadora. — volvió a pedirle, esta vez en un tono juguetón que lo invitaba a seguir sus directrices y así poder descubrir qué era lo que tramaba. Yeonjun estaba jugando con él, divirtiéndose con sus tiernas expresiones y explotando su lado lleno de curiosidad.

Y Soobin definitivamente amaba que lo hiciera.

Se levantó de su lugar con cautela, su atención siempre en no perderse ni un segundo de las acciones del pelinegro por el rabillo de su ojos. Estaba ya completamente fuera de la cama y sus manos estaban a punto de llegar a su computadora cuando se detuvieron por una milésima de segundo. Su aliento se atoró al finalmente poder darle forma a aquel movimiento extraño que veía en Yeonjun, el cual se había acomodado hasta sentarse con su espalda en el cabezal de la cama.

pienso en vos ¦ yeonbin •°∘ ✧ ·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora