Las semanas transcurrieron deprisa, el mes de agosto casi llegaba a su fin, y con sus últimos días, noticias nuevas llegaron, tanto en la madriguera como en la mansión Malfoy, donde Hermione iba y venía para no desamparar a ningún miembro importante en su vida, como lo eran los Weasley, su segunda familia, y ahora los Malfoy, curiosamente aquel último fin de semana de agosto se encontraba merendando con los Weasley, cuando una de las lechuzas de Hogwarts voló a través de la estancia donde la familia estaba instalada degustando los deliciosos trozos de tarta de manzana que Molly había preparado.
- ¡Son cartas de Hogwarts! – dijo Ginny entusiasmada levantándose a tomar su carta – solo hay dos, supongo que esta es tuya Herms – le entregó un sobre a la castaña quien lo ojeó rápidamente - ¡Hogwarts reabre sus puertas! – gritó Ginny con entusiasmo.
- Ya me extrañaba que no mandaran sus lechuzas aún – objetó el señor Weasley.
- Es una gran noticia que puedan volver al colegio – opinó Molly – ¡aunque queda muy poco tiempo para que tengan todo listo! – todos estuvieron de acuerdo con eso.
- Tendremos que ir mañana temprano al Callejón Diagon – dijo Ginny, Hermione asintió estando de acuerdo con la pelirroja.
Hermione le envió una carta a Draco, notificándole que Hogwarts abriría sus puertas de nuevo en septiembre, claro que el rubio ya estaba enterado, puesto que su carta también había llegado esa mañana. Se sentía confundido y aunque no lo admitía, aterrado, de volver a Hogwarts, sabía que volver después de la guerra sería duro, más siendo el blanco de miradas e insultos por haber sido un mortífago, más aún, la sorpresa que se llevarían todos al saber que compartía una relación con la heroína de guerra.
Suspiró lentamente, volver no sería fácil.
Al día siguiente, para mantener un perfil bajo, cada uno fue por sus cosas por separado, y así no llamar tanto la atención, aún no estaban preparados para que el mundo mágico se enterase de su relación. Así que Hermione fue con Ginny y un nostálgico Harry, quién veía el callejón Diagon que se levantaba de nuevo después de los destrozos de la guerra. El no querer llamar la atención, no fue sencillo, pues habían reporteros en cada esquina intentando sacar fotos del trío de oro, pero para sorpresa de todos, faltaba un integrante, el supuesto novio de Hermione Granger, Ron Weasley, ¿Dónde estaba?
Eso dio paso a preguntas incómodas que ninguno de los tres chicos estaba dispuesto a responder, sin embargo, la odiosa mujer Rita Skeeter acorraló a Hermione, pese a la mirada de odio que le echaba la chica.
- Entonces ¿no es verdad que mantiene una relación con el héroe de Guerra, Ron Weasley? - Hermione con todo el respeto y autocontrol que pudo sacar, respondió:
- Eso no es de su incumbencia, permiso - pero Rita no desistía.
- ¿Cómo se siente Harry Potter después de ver qué su supuesto mejor amigo también cayó en su afán por salir con un hombre que sea potencialmente famoso? Recordando claro la anterior decepción que tuvo antes con el bombón Viktor Krum - Hermione enfureció.
- ¿Cómo se atreve? - esto a Rita le pareció satisfactorio y siguió con su entrevista.
- Entonces, si ya no comparte una relación con el joven Weasley, ¿tiene alguna víctima nueva en la mira? ¿Un nuevo nombre famoso por conquistar?
- Lárguese y déjeme en paz - Hermione como pudo se la quitó de encima y huyó de ahí, seguida de Harry y Ginny.
- Que mujer tan arpía - exclamó Ginny.
- Imagínate como se pondrá cuando se entere de Mal...
Hermione le hizo una seña para que guardara silencio, pues sus ojos captaron en el aire un escarabajo verde volando sobre sus cabezas.
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En contra de lo prohibido - Dramione
Fanfictionvolvamos un poquito en el tiempo, recuerdan cuando nuestro trio de oro fue capturado por los carroñeros, quienes los llevaron a la Mansión Malfoy, donde nuestra querida castaña fue torturada por Bellatrix, lo recuerdan ¿Cierto? Bien, aquí es donde e...