Abandonar o permanecer

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- Si Hermione no estaba en la mansión entonces ¿Dónde estará?

- No lo sé Ron, pero tampoco podemos seguir perdiendo más tiempo, no pudimos rescatar a Hermione y tampoco sabemos dónde está ahora, creo que ahora sin duda... debemos seguir con la misión... - Ron suspiro.

- ¿Harry y si está muerta? – Harry no quería pensar en eso ya que le causaba una fuerte sensación de pánico, pero ¿Y si era verdad? ¿y si estaba muerta?

- Creo que es mejor no pensar en eso ahora... no nos hace bien... es una chica muy lista, creo... que estará bien... - Ron asintió tristemente.

- ¿Dónde estamos? – pregunto mirando alrededor.

- No tengo la menor idea... - respondió Harry.

- ¿Cómo nos aparecimos entonces? – pregunto Ron de nuevo.

- Estaba pensando en algún lugar, solitario y donde los muggles no habiten, supongo que estamos aquí... no lo sé nunca entenderé la aparición.

- Encontré esta tienda en el ático de Bill, nos será útil ¿no? – dijo Ron, Harry asintió.

- Muy útil... bien tu ármala y yo hare los hechizos... - Ron asintió y saco la tienda de su mochila y se dispuso a armarla mientras Harry realizaba los hechizos de protección. De nuevo tenían que esconderse en lugares remotos y poco habitados, pero esta vez, sin Hermione.


- ¿Dónde estamos? – habían aparecido en un bosque con un aspecto un poco aterrador, o quizás podría deberse al hecho de que empezaba a oscurecer.

- Aún no hemos llegado... camina – le dijo Draco indicándole el camino.

Caminaron por un sendero en completo silencio, ninguno profirió palabra y Hermione tampoco se animaba a hacerlo, se preguntaba una y otra vez, si era una completa locura lo que estaba haciendo. La verdad era que no tenía muy claro el motivo por el cual había tomado la decisión de irse con Draco. Se acabó el sendero pero no se encontraron con nada solo más árboles, ¿por qué habían parado allí? Obviamente Draco escuchaba los pensamientos de la castaña, pero no dijo nada, solo saco su varita y apunto hacia al frente, Hermione miraba con atención y quedo sorprendida al ver como frente a sus ojos los árboles se movían solos para revelar una casa. Por fin Draco hablo.

- Un poderoso hechizo, para ocultar objetos de la vista de otros... cualquier muggle o mago que por alguna extraña razón llegue a parar aquí, solo encontrara árboles, no podrá ver esta casa... Por ahora es el lugar más seguro – dijo.

- Jamás había leído de un hechizo así... - respondió Hermione.

- En la biblioteca de la mansión hay miles de libros de hechizos, poderosos hechizos que solo un mago con una extraordinaria capacidad mágica podría realizar con éxito el primer intento... este me llevo un tiempo perfeccionarlo... - dijo Draco.

- ¡Es... muy impresionante...! - dijo Hermione.

- Entremos ya... - dijo Draco, le indico a Hermione que caminara, Hermione tomo aire y avanzo, mientras Draco se encargaba de conjurar el hechizo para así volver a quedar ocultos entre los árboles.

Hermione llego a la puerta y no le sorprendió ver una M tallada en la cerradura de la puerta. Draco llego junto a ella, saco una llave de su bolsillo y abrió la puerta.

- Malfoy... ¿Sería muy imprudente de mi parte preguntarte cuantas casas tienes? – Draco sonrió con superioridad.

- La verdad es que he perdido la cuenta... - respondió con su insoportable tono arrogante.

No sabía por cuanto tiempo permanecería ocultándose con Draco, pero sin duda tendría que acostumbrarse a su arrogancia y engreimiento.

- Hay tres habitaciones en cada piso, en total son seis – dijo Draco – elige la que quieras menos la que tiene mis iniciales, obviamente esa es la mía – Hermione asintió – no quiero confiarme de la protección de este lugar por eso no nos quedaremos por mucho, máximo dos semanas – Hermione volvió a asentir – y una última cosa... - agrego después, Hermione le indico que siguiera – Granger... desconozco el motivo por el cual quisiste venir conmigo, así que si te arrepientes de haber venido eres libre de irte cuando te plazca hacerlo...

- Ya te explique mis motivos Malfoy...

- Eso no me convence... - dijo Draco – pudiste haber elegido irte y ser libre de nuevo, pudiste marcharte cuando te dije que lo hicieras y así no tener que saber más de mi o mi familia... - por primera vez él la miraba a los ojos, tratando de leer lo que había en ellos – sin embargo decidiste venir conmigo...

- ¡Malfoy yo...!

- No quiero oír nada – le corto él – pero sabes que eres libre de irte si así lo quieres... - Hermione asintió, Draco no dijo nada más y subió las escaleras.

La verdad su cabeza era como un huracán, y nada estaba claro, una parte de su cabeza le decía, ¡Eres libre! ¡Vete! Y la otra le pedía casi a gritos que se quedara, pero decidió dejar de pensar tanto por un momento después de todo, ya estaba ahí ¿no?

En contra de lo prohibido - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora